La volatilidad es la máxima que está marcando las últimas cotizaciones de Codere. La CNMV había suspendido la cotización de la compañía después de que se conociera que existía un acuerdo con los acreedores. Al volver al parqué las acciones se han desplomado cayendo un 17% al volver a cotizar, pero pronto han vuelto a cambiar de signo hasta dispararse un 10%. Tras estos vaivenes, las acciones han cerrado a la baja.
Los problemas de financiación de la compañía llevan tiempo lastrando el desempeño de la empresa en los mercados. Este martes, la empresa alcanzó un acuerdo para reestructurar la deuda con sus acreedores y que hará que los bonistas conviertan su deuda en capital. Con estos movimientos, las participación de sus accionistas actuales se verá reducida al 2,2%.
La empresa remitió un hecho relevante a la CNMV donde aseguró que para tomar estas medidas se habían tenido en cuenta dos valoraciones independientes. De las que extraen que una vez deducida la deuda, resulta que "las acciones carecen de valor económico".
El grupo de juego privado pone fin a una periodo muy largo de negociaciones con sus acreedores, que se ha llegado a prorrogar hasta 14 ocasiones. Ahora, iniciará un procedimiento para tratar de conseguir un nuevo préstamos por 253 millones de euros.
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