El Banco de España (BdE), en su avance del cierre del ejercicio 2016 de las empresas no financieras de España, estima que en 2016, el porcentaje de empresas que aumentó su plantilla en 2016 se situó en el 44,1% en 2016, frente al 45,3% registrado en el año anterior. Sin embargo, esta cifra superó, por segundo año consecutivo, al de las compañías que destruyeron empleo, que se situó en el 39,9%. Analizando la evolución por tipo de contrato, se observa que la recuperación del empleo sigue caracterizándose por ser más intensa en el de carácter temporal, que creció un 7,6% frente a la caída del 0,3% que experimentó el empleo fijo. El Banco de España justifica esta reducción por el ajuste de plantilla que han tenido algunas grandes empresas con un peso elevado en la muestra. Aun así, del total de empleo generados por las compañías analizadas en 2016, el 83% son fijos, frente al 17% de trabajos no fijos. El BdE, en su avance de 2016 afirma que el aumento del empleo en 2016, que fue del 1,1%, supuso una cierta moderación con respecto al ritmo de crecimiento observado un año antes en la misma muestra, que fue del 1,3%. Por sector de actividad, aunque la evolución positiva afectó a la mayoría de sectores, destacan Industria y Comercio y Hostelería, donde el trabajo creció un 2%. Según el estudio, las remuneraciones medias apenas variaron. Los gastos de personal aumentaron el pasado año un 1%, por la positiva evolución del empleo, pese a que la remuneración de los trabajadores no avanzó. La información recopilada por la Central de Balances Trimestrales (CBT), evidencia que durante 2016 continuó la tendencia expansiva de la actividad productiva, la que llevó a que el Valor Añadido Bruto (VAB) de las empresas analizadas aumentara un 4,1%, crecimiento inferior al registrado en 2015 (6,2%). Esta cifra está influida por el excepcional avance que en 2015 tuvo el excedente en el subsector de refino de petróleo, incluido dentro de la actividad industrial. La positiva evolución de la actividad productiva se produjo además en un contexto en el que el importe de las ventas al resto del mundo siguió ganando importancia relativa respecto al total de la cifra de negocio, situándose en el 22,5%, medio punto más que en 2015. En línea con la evolución de la actividad productiva, el resultado económico bruto (REB) también creció en 2016, aunque lo hizo menos que en 2015. Concretamente, el aumento fue del 7,3%, 3,5 puntos menos que en el año anterior. Los ingresos financieros de las compañías no financieras aumentaron un 16% en 2016, dato que contrasta con la reducción del 9,8% experimentada en 2015. Los altos dividendos cobrados, que aumentaron un 28,3%, impulsaron el aumento de esta partida de ingresos. Los gastos financieros, sin embargo, disminuyeron un 9,4%. «En cuanto a la posición financiera de los grupos analizados, se observa que su ratio de deuda sobre activos netos se volvió a reducir en 2016, hasta el 55%», señala el estudio.
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