Para una empresa, ser sostenible no solo significa preocuparse por el medioambiente. También supone contribuir al ámbito económico — crear y distribuir la riqueza— y al ámbito social. La sostenibilidad, en definitiva, persigue una sociedad más igualitaria, pacífica, saludable y limpia que perdure para las futuras generaciones. Ahora hay muchos inversores para quienes la rentabilidad no es lo más importante, sino que también quieren que las empresas en las que invierten tengan en consideración su impacto sobre la sociedad, la economía y el medioambiente, es decir, la huella que dejan. Para aquellos inversores preocupados por sus valores a la hora de invertir, en 1999 Dow Jones Indexes, Stoxx Limited y RobecoSAM crearon una serie de índices en los que incluir a las compañías más comprometidas con la sostenibilidad del mundo. El Dow Jones Sustainability Index (DJSI) analiza cientos de aspectos de las empresas y se ha convertido en un punto de referencia para los inversores que tienen en cuenta los criterios de sostenibilidad a la hora de confiar su dinero. Las empresas que pueden entrar cada año en el Dow Jones Sustainability son las cerca de 10.000 que forman parte del índice S&P Global Broad Market Index (BMI). De esa cifra, se invita en total a unas 3.400 compañías a responder un exhaustivo cuestionario cada mes de marzo. Por poner solo un ejemplo, a una compañía del sector minero se le remite un cuestionario de unas 130 páginas. Las preguntas, en base a los criterios de Robeco, van dirigidas a estudiar aspectos económicos, medioambientales y sociales de las compañías. Puede leer el reportaje completo en nuestro número de septiembre de la revista Dirigentes siguiendo este enlace.
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