La obtención de rentabilidad será, una vez más, el quebradero de cabeza para los inversores, que cada vez reciben más recomendaciones sobre diversificación vía fondos de multiactivos o de retorno absoluto. No puede decirse que 2017 haya sido un año fácil, a pesar de que los índices de volatilidad de los principales mercados de acciones se acercaron de forma puntual a mínimos históricos. Y a pesar incluso de que la volatilidad en el mercado de acciones estadounidense respecto a la relación precio-beneficio mostró una gran relajación entre los inversores. Sin embargo, para quienes buscaban generar rentas del capital sin asumir demasiado riesgo, en los activos de deuda el esfuerzo por preservar el capital ha supuesto una verdadera lucha. Hay que tener en cuenta que 2018 no va a ser más fácil. Los tipos bajos o negativos en amplios segmentos del mercado de deuda van a proseguir. Así pues, ¿qué estrategias se pueden seguir con este entorno de mercado que se va a presentar durante los próximos doce meses? En opinión de Hans-Jörg Naumer, Global Head of Capital Markets & Thematic Research de Allianz Global Investors, ante la expectativa de una mayor volatilidad por las incertidumbres políticas y monetarias, se recomiendan «las estrategias de multiactivos«. ¿Por qué? Principalmente, el segmento de la inversión de riesgo, fundamentalmente las acciones, «satisface las aspiraciones de rentabilidad y puede generar rentas de capital gracias a los dividendos. Por su parte, la deuda (soberana) actúa como amortiguador». Además, el análisis del comportamiento económico demuestra que las estrategias que apuestan por diferentes clases de activos y delegan la asignación táctica pueden engañarse a sí mismas con la «Estrategia de Ulises de las inversiones de capital». Sectores En cuanto a sectores por los que apostar, en el persistente entorno reflacionario deberían preferirse los «sectores cíclicos», en especial los «valores financieros y las materias primas». Junto con los valores de telecomunicaciones, estos son los sectores que «muestran valoraciones más asequibles». Dentro de los cíclicos, los valores industriales parecen ser los que más complicado lo tienen y los que resultarían más perjudicados si la economía se desacelerase.
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