Las mayores ‘meteduras de pata’ de la CNMV

Reconocer un error siempre cuesta. Y cuando este fallo supone la pérdida de miles de euros, aún más. Éste es el papel que juega al Comisión Nacional del Mercado de Valores (CNMV) como regulador del mercado español. Entre sus funciones está la de alertar sobre operaciones sospechosas o controlar y publicar las cuentas de las compañías cotizadas.

En definitiva, la CNMV "es el organismo encargado de la supervisión e inspección de los mercados de valores españoles y de la actividad de cuantos intervienen en los mismos", según aparece en su propia normativa.

Además, estableciendo un marco regulador adaptado a las exigencias de la Unión Europea, debe "velar por la transparencia de los mercado de valores españoles y la correcta formación de precios, así como la protección de los inversores".

Pero, en ocasiones, esos mismos inversores han sido ‘víctimas’ de los errores cometidos por el organismo. Hacemos un repaso a alguno de ellos.

Salidas a Bolsa

En los últimos años hemos asistido al debut en los mercado de varias empresas que han resultado ser un verdadero quebradero de cabeza para sus accionistas.

Todavía están en el recuerdo las salidas a bolsa de Bankia y Gowex. En el caso de la compañía cotizada en el Mercado Alternativo Bursátil (MAB), unas cuentas falseadas desde 2010 la convirtieron en la mayor estafa del MAB. Aunque la mayor responsabilidad recae sobre la empresa auditora, M&A y el Consejo de Administración de Gowex, este ‘fraude en cadena’ también fue debido a fallos en la supervisión por parte de la CNMV, tal y como apuntaban varios analistas.

La Asociación de Auditores señalaba que el caso de Gowex es algo atípico y que, en estos casos, la propia auditora es la más engañada. Pero lo cierto es que la compañía no habría podido empezar a cotizar sin contar con la aprobación de la CNMV y de Bolsas y Mercados Españoles (BME).

Tras estallar el escándalo, la CNMV, presidida por Elvira Rodríguez, abrió una investigación a BME, el gestor del mercado de valores, para determinar sus responsabilidades.

El mismo caso ocurrió con la salida a bolsa de Bankia. En este caso, Rodríguez tiró balones fuera al asegurar que el organismos "hizo todo lo que tenía que hacer" en el proceso añadiendo que "se analizó toda la información contable que venía de las cajas que posteriormente formaron Bankia, se analizaron todas las auditorías y se revisó toda la información que se presentaba".

Estafas históricas

Además de estas dudosas salidas a bolsa, la CNMV también se ha visto envuelta en escándalos como el de los pagarés de Nueva Rumasa.

Nueva Rumasa nació con la intención de reemplazar al holding Rumasa erigido por la familia de Ruiz Mateos en 1961 y expropiado por el Gobierno en 1983 cuando contaba con 700 empresas. En este caso, el entramado estaba compuesto por más de cien empresas entre las que se encontraban el Grupo Dhul. Mediante Nueva Rumasa, el clan de los Ruiz Mateo captó financiación a través de pequeños invasores mediante pagarés que, con un importe mínimo de 1.200 euros, se comprometían a devolver con una rentabilidad anual del 8%.

De hecho, el regulador indicó en un comunicado que "las emisiones de pagarés de Nueva Rumasa no han sido inscritas en el Registro Mercantil, lo que supone, sin perjuicio de otras posibles consecuencias, que no han sido objeto de revisión y calificación por un Registrador Mercantil". Finalmente, el entramado empresarial dejó una deuda de 700 millones de euros a 23 instituciones bancarias, acreedores y organismos públicos.

Errores en sus propias cuentas

Resulta curioso, además, que el organismo tuviera que reconocer pequeños errores contables en sus propios resultados de los años 2011 y 2012. El fallo se produjo tras no contabilizar la prórroga del uso gratuito de un inmueble en la calle Oquendo. Este error, ya subsanado, correspondía al 1% de su beneficio en 2011: 121.700 euros.

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