De su frasco-cuerpo azul oscuro, vestido con una camiseta marinera a rayas doradas, emana la atracción del poder, la de un líder en plena posesión de su sensualidad. Al igual que su navío, que maniobra con vigor y delicadeza, "Le Male" de Jean Paul Gaultier reúne los opuestos: un aventurero con un corazón tierno, dispuesto a transgredir todos los códigos de la seducción para vivir nuevas aventuras. ¿Quién puede resistirse a un capitán?
Una nueva historia de varones
Profundo, intenso, magnético, el azul marino lacado de la célebre lata metálica capta la atención y prolonga la llamada del mar que marca el ritmo de "Le Male". Su nombre, grabado en letras de oro, lleva el aura de un hombre más libre que nunca, que dirige su navío, su tripulación y su vida como mejor le parece. La rosa de los vientos proclama su experiencia y su independencia. No le teme al ímpetu de las olas ni de los vientos.
Nadie conoce sus verdaderas intenciones: la carta náutica esbozada sobre la lata metálica evoca un destino cerca del Ecuador. ¿Surcará mares lejanos? ¿Cuándo echará el ancla? Solo "Le Male" tiene la respuesta.
Su perfume, el cómplice de la conquista
Con su navío, "Le Male" conquista los mares. Con su perfume, hace sucumbir los cuerpos y los corazones. Su nuevo grado no ha modificado su afecto hacia este fiel compañero, que lleva en la piel desde hace diecinueve años. Un fougere que combina frescor y sensualidad, en torno a notas de lavanda rodeadas de menta y de una vainilla voluptuosa. Decididamente, "Le Male" asume con soberbia esta asociación inaudita de fogosidad y sensibilidad.
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