Lo que se palpa en el aire en los bancos centrales

Los bancos centrales están cambiando su rumbo en los últimos días. Mario Draghi hizo referencia al crecimiento en la zona euro para sugerir que el BCE debería tener esto en cuenta al decidir su estrategia. Afirmó que «las fuerzas deflacionarias han sido reemplazadas por las inflacionarias», y los inversores se lo tomaron como el principio del fin de las políticas acomodaticias que lleva desarrollando durante bastante tiempo. Esto provocó un el avance del euro frente al dólar y una rápida subida de los tipos a largo plazo. La institución monetaria indicó que esta reacción era demasiado contundente y que los inversores habían sobreinterpretado los comentarios del presidente. Mientras tanto, en el Banco de Inglaterra, Mark Carney insinuó que podría producirse un aumento de los tipos de interés, habiendo mostrado una postura bastante diferente pocos días antes. En la última reunión del Comité de Política Monetaria, el gobernador canadiense del Banco de Inglaterra había dejado la postura sobre política monetaria sin cambios, lo que llevó a un repunte de la libra esterlina y de los tipos a 10 años. En este sentido, Philippe Waechter, economista jefe de Natixis AM, realiza una serie de reflexiones sobre este viraje de 180 grados de las políticas llevadas a cabo por parte de los principales bancos centrales de todo el mundo. ¿Se trata de una prueba de ejecución, una forma de indicar a los inversores que la política monetaria acomodaticia llegará a su fin en algún momento en el futuro? “Esta es una posibilidad, pero no se puede responder con una explicación convencional, como todo el mundo sabe que la mejora de las condiciones económicas significa el final gradual de la política monetaria acomodaticia”, señala. Y si esta es la justificación, ¿por qué hacerlo ahora y cuál es la razón? “Por la forma de ver las cosas, no hay una razón, sobre todo porque Draghi nunca ha dado un plazo para disminuirlas compras”, añade. Por otro lado, en el BCE, Draghi había declarado en su última conferencia de prensa que un cambio de política dependía de la convergencia de la inflación hacia el 2%. “¿Hay algo que sugiera que este objetivo se alcanzará antes de lo esperado?”, se cuestiona el experto. En su opinión, los inversores reaccionan “exageradamente a la postura del BCE”. Estos han estado esperando una reducción progresiva del programa de compra de activos durante un cierto período de tiempo y los comentarios de Draghi pueden “haberlos alentado a mantener esta postura”, afirma. Esto se basa en una razón técnica – “oferta inadecuada de valores elegibles”, analiza el economista de Natixis. En Alemania y en otros países, “la cantidad de activos disponibles planteará problemas a menos que se cambien las reglas”. Esta es la razón por la que pronto será necesario que muchos inversores reduzcan “drásticamente sus compras de valores”. Pero esta explicación técnica es inadecuada, tal y como señala Waecther. El ciclo económico “todavía no es lo suficientemente robusto como para justificar un cambio en el ritmo de la política monetaria”. La demanda interna privada sólo volvió a los niveles de crisis anteriores a 2008 en el primer trimestre de este año. Intentar cambiar las proyecciones de los inversores con aumentos rápidos de los tipos de interés significa “tomar el riesgo de crear un impacto negativo en la actividad económica”. En último lugar, el economista de Natixis AM expone que “no interesa a nadie cambiar rápidamente las expectativas de los agentes económicos”. Como ejemplo, en mayo de 2013, Bernanke propuso precipitadamente la normalización de la política monetaria a medida que la situación había mejorado en Estados Unidos, pero rápidamente cambió ese posicionamiento. “Me imagino que el BCE tomó nota del comportamiento de los inversores en esta situación particular”, finaliza.

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