Amcham, cámara norteamericana de comercio en Brasil, reunió (en la semana previa al primer turno de las elecciones presidenciales del país) a casi medio millar de dirigentes industriales, empresariales y comerciales. El evento se desarrolló en São Paulo, donde se encuentra el 35% del PIB de los más de 200 millones de habitantes del país. El propósito: delinear el escenario en que se desarrollará la actividad productiva en ese país en la segunda mitad de la próxima década.
En la elección del domingo 5 de octubre, los brasileños decidieron que serán Dilma Rousseff (gobernante Partido de los Trabajadores) y Aécio Neves (Partido de la Social Democracia Brasileña) los candidatos finales a la primera magistratura del país, en la segunda vuelta del próximo 27 de octubre.
"Ya estamos en 2015. No vemos grandes cambios", dijo Bob Lambermont, vicepresidente de ventas del Grupo TPV (fabricante taiwanés de televisores y pantallas AOC), al explicar que la corporación asiática a la que representa continuará invirtiendo en el país. "Brasil representa un mercado enorme de consumo y oportunidades", destacó, tras explicar que su proyección se basa en planillas ya consolidadas de entregas para los próximos seis meses.
Lambermont, exrepresentante de la Cámara de Comercio de Bélgica en Brasil, resumía así la percepción promedio de los 400 dirigentes allí reunidos. "En el corto plazo, tendremos subidas y bajadas más intensas, pero en el medio plazo los resultados serán positivos", pronosticó el ejecutivo, que lleva más de 20 años viviendo en la nación sudamericana que hospedó recientemente el Mundial de fútbol y que prepara la casa para los Juegos Olímpicos de 2016.
Costes y beneficios
"Tenemos aquí a la primera línea del sector productivo que actúa en Brasil, por lo que sus opiniones nos dan un panorama bastante abarcador", le dijo a DIRIGENTES Ricardo Lessa Rodrigues, portavoz de Amcham, que cuantificó a la concurrencia en un 13% de CEOs y presidentes, un 28% de vicepresidentes, un 25% de gerentes, un 15% de supervisores y un 18% de ejecutivos de otros niveles directivos.
Puestos a analizar las perspectivas para 2015, los ejecutivos no abandonaron el tono optimista, más allá de las cambiantes encuestas electorales. "Tengo la convicción plena de que tras este proceso de reequilibrio cíclico volveremos a crecer y esto se verá más claramente a partir del segundo semestre de 2015, independientemente del gobierno electo", sentenció en la apertura del evento Caio Megale, economista senior de Itaú Banco, entidad que presentó un lucro líquido récord de 6,4 billones de dólares en su ejercicio de 2013.
Ante ese público, en el que confraternizaban representantes de empresas y grupos como Caterpillar, Whirlpool y Eli Lilly, entre otros, el vicepresidente de Economía de Sinduscon (Sindicato de la Industria de la Construcción Civil), Eduardo May Zaidan, dijo: "Proyectamos un crecimiento de 1,5% en 2015", llamando luego la atención sobre nudos problemáticos, genéricamente conocidos como "el coste Brasil": "Los costes de financiación de obras de infraestructura son altos hoy en Brasil, entre 8 y 9% al año", detalló, observando que una obra de infraestructura "tarda seis meses en pasar a contar como PIB".
Percepción
Los anfitriones del evento entregaron dispositivos electrónicos a los presentes para que estos pudieran expresar su voto en sucesivas encuestas de opinión a lo largo de tres horas, que iban siendo recopiladas para la redacción del resumen final.
Mediante ese mecanismo, el 66% de los ejecutivos presentes consideraron que la reelección de Dilma Rousseff significaría un empeoramiento de la economía, un 27% que no habría cambios y un 7% que ello traería una mejora a la eocnomía. Mediante esa votación electrónica en tiempo real, la Amcham obtuvo el siguiente mapeo: la mayoría (46%) cree que la generación de riqueza se mantendrá en el mismo nivel que en 2014, mientras que los que consideran que el PIB crecerá en 2015 (28%) se ubican muy cerca de quienes consideran que habrá contracción (27%). Más de la mitad de los que expresaron su opinión (57%) cree que habrá más inflación y un 38% se pronunció por la estabilidad.
A la hora de hablar de inversiones, más de la mitad (53%) dijo que sus empresas mantendrán el mismo nivel de 2014, mientras que cerca de un tercio de los presentes (35%) anunció un aumento de desembolsos frente al 12% que expresó una disminución del ritmo.
Empleo
Para contribuir al resultado que estiman en 2015, más de la mitad de las empresa (53%) mantendrán la plantilla actual de empleados, mientras que un 23% se propone aumentar el número de colaboradores y un 24% afina el lápiz para reducir su personal. Todo ello en función de ampliar participación en el mercado, opción elegida por 57% de los entrevistados, frente al 37% que considera que mantendrá su porción del pastel y el 6% que dijo esperar una reducción.
"Nadie puede ser líder global si no es líder primero en Brasil", lanzó Armando Valle, vicepresidente de Relaciones Institucionales de Whirpool, corporación global de electrodomésticos con una facturación de 18.000 millones de dólares y un cuadro de más de 70.000 empleados, entre ellos 1.800 ingenieros sólo en Brasil.
Al tratar sobre energía, el presidente de la Asociación Brasileña de Distribuidores de Electricidad (Abradee) Nelson Fonseca Leite, cifró entre un 3 y un 3,5% la previsión de consumo eléctrico en 2015. En línea con esa prospectiva de aumento, Caterpillar se mostró confiado en las estrategias de infraestructura: "Nos estamos preparando para lo que Brasil necesita: energía, hidrocarburos, máquinas y ferrovías. Hay un potencial enorme de crecimiento", apuntó la directora de Asuntos Corporativos de Caterpillar, Suely Agostinho. El grupo invirtió más de 150.000 millones de dólares en fábricas en Latinoamérica.
Productividad
"Brasil viene creciendo menos de lo que podría. Hemos visto hoy aquí la importancia de que el país se enfoque en la productividad para aprovechar el flujo de capitales globales orientados a la infraestructura", confió Gabriel Rico, CEO de Amcham, apuntando que el país "ha perdido oportunidades en el escenario global", no obstante aún permanece en el mapa de las inversiones. "Hay una gran convergencia sobre lo que es necesario hacer para liberar ese potencial", lanzó a la audiencia.
En su análisis, el dirigente se alinea con el economista de Itaú, quien postuló: "Tendremos un crecimiento débil en 2015, pero se fortalecerá ya en 2016, aunque no sabemos a qué velocidad ocurrirá", después de que la entidad a la que representa calculara al comenzar 2014 en un 1,9% de expansión del PIB brasileño, ajustándola luego para 0,1%. "Fue considerada pesimista entonces, pero ahora prevemos un 1,3% para 2015", reveló.
"Hace 20 años, cuando llegué a Brasil, una de las cuestiones que se discutían era una reforma tributaria para incentivar a la industria", puntualizó Lambermont para justificar su opinión sobre la inmutabilidad del escenario brasileño de 2015 en adelante.
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