Los motivos por los que el FMI no entra en el rescate griego

La posibilidad de que el Fondo Monetario Internacional (FMI) entre a participar como acreedor en el rescate griego lleva meses en el aire. El organismo dirigido por Christine Lagarde está actualmente en conversaciones con Bruselas y con el Gobierno alemán sobre las posibles alternativas de su participación en el rescate. Tras alcanzar la semana pasada un acuerdo con el Eurogrupo para acceder al siguiente tramo de las ayudas, que ya superan los 81.000 millones de euros, el Gobierno heleno ha tenido que comprometer nuevos ajustes y reformas para 2019 y 2020. Sin embargo, la más que posible entrada del FMI al préstamo es el principal motivo de que los estados miembros hayan aceptado un nuevo desbloqueo de las ayudas. En estos momento, Grecia se enfrenta al repago de aproximadamente 5.600 millones, una cantidad que amenaza con volver a quebrar su economía sin el respaldo de sus socios europeos. El principal motivo por el que el organismo duda de la entrada al rescate es que el Gobierno estadounidense no está de acuerdo. El grupo republicano en el Congreso está presionando al presidente Donald Trump para que bloquee la iniciativa del FMI, en línea con la política de reducir el peso del país en las instituciones globales. Según publicó el Financial Times, el gabinete de Trump ha propuesto un recorte de 613 millones en las ayudas a los organismos de desarrollo, como el Banco Mundial. Con este propósito, los conservadores han presentado un proyecto de ley con la intención de bloquear un incremento de la participación del Fondo, que ya ha prestado ayudas puntuales desde 2010, en el rescate griego hasta que al menos se devuelva todo lo prestado. El siguiente obstáculo es la incertidumbre en torno a una posible quita de la deuda. Tanto Bruselas como el FMI son conscientes de que a día de hoy la deuda helena es insostenible. Los acreedores llevan tiempo hablando sobre la posibilidad de una quita sujeta a nuevos recortes y reformas fiscales. La directora gerente del organismo, Christine Lagarde, ha asegurado esta semana que no se tomará ninguna decisión hasta que el resto de acreedores se pongan de acuerdo sobre un plan estructurado de quitas.»No podemos mantenernos en las generalidades. Por el momento sólo existe un borrador con múltiples opciones. El alcance puede discutirse en 2018, cuando termine el rescate, las modalidades no», ha recogido el Financial Times. En el mismo sentido, ha señalado que cualquier tipo de programa llevará asociadas las mimas condiciones que cualquier otro. «No existen casos específicos para países concretos», ha puntualizado.

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