«A New Foundation for America Greatness» («una nueva fundación para la grandeza americana») es el nombre del documento entregado este martes al Congreso por la administración Trump. En él sale favorecido el gasto en Defensa y Seguridad Nacional que la Casa Blanca respalda un incremento en su financiación. Exactamente se aumentará un 10% donde se incluyen 2.600 millones de dólares (2.325 millones de euros) para la seguridad fronteriza. El presidente estadounidense no se olvida de su famoso «muro» en la frontera con México al que destina 1.600 millones de dólares (1.431 millones de euros) para iniciar su construcción. Trump propone, además, gastar 200.000 millones de dólares (178.852 millones de euros) para fomentar 1 billón de dólares (894.333 millones de euros) en inversiones de infraestructuras en gran parte a través de asociaciones público-privadas. Los asesores de Trump describen las drásticas reducciones como «necesarias para equilibrar el presupuesto de la nación», al tiempo que «se ahorra a los contribuyentes la carga de programas que no funcionaban bien». «No vamos a medir nuestro éxito por la cantidad de dinero que gastamos, sino por el número de personas que realmente ayudamos», dijo Mick Mulvaney, director de la Oficina de Gestión y Presupuesto. La Administración Trump pretende equilibrar así el presupuesto para 2027, liquidando por completo el déficit que actualmente se sitúa en 600.000 millones de dólares. Además, persiguen reducir enormemente la deuda publica y todo ello gracias a un crecimiento del 3% del PIB. Los peor parados: sanidad, educación y servicios sociales Uno de los Departamentos peor parados es el de sanidad. Además de echar por tierra el Obamacare, del que se beneficiaban más de 20 millones de personas, Donald Trump ha incluido un recorte de 800.000 millones de dólares (715.410 millones) al Medicaid (el programa federal de cobertura sanitaria para los sectores de menores ingresos) durante los próximos 10 años. El presupuesto de Trump también recortará 5.800 millones de dólares (5.187 millones de euros) en diez años del Programa de Seguro de Salud para niños, que ayuda a cubrir sanitariamente a los niños cuyos padres ganan demasiado para tener el Medicaid pero no lo suficiente para pagar una cobertura privada. «Dado que la mitad de los beneficiarios de Medicaid son niños, cualquier recorte en el programa The Children’s Health Insurance Program (CHIP) que cubre a más de 5,6 millones de jóvenes, pone la cobertura de la salud de los niños en peligro», explica Joan Alker, director ejecutivo del Center for Children and Families de la Universidad de Georgetown. A parte de la comunidad médica, la científica tampoco está contenta con estos presupuestos ya que se llevarán a cabo recortes masivos en las partidas para investigación científica. La National Science Foundation, que distribuye subvenciones a diferentes proyectos de investigación científica, sufrirá un recorte de 776 millones de dólares (685 millones de euros), un 11%, respecto al año anterior. El Instituto Nacional del Cáncer se verá afectado con un recorte de 1.000 millones de dólares (894 millones de euros) en comparación con su presupuesto de 2017. El Instituto Nacional del Corazón, los Pulmones y la Sangre sufrirá una reducción de 575 millones de dólares (514 millones de euros), y el Instituto Nacional de Alergia y Enfermedades Infecciosas contará con 838 millones de dólares (749 millones de euros) menos. La administración Trump reducirá, además, el presupuesto general de los Institutos Nacionales de Salud de 31.800 millones (28.441 millones) a 26.000 millones de dólares (23.253 millones de euros). Además, habrá de 272.000 millones de dólares (243.293 millones de euros) menos para los programas de bienestar social. Entre ellos el Programa de Asistencia de Nutrición Suplementaria sufrirá un recorte de hasta 192.000 millones (172.000 millones de euros), lo que representa más de la cuarta parte del costo proyectado del programa de cupones para alimentos durante la próxima década. Este programa actualmente sirve a cerca de 42 millones de personas. De aprobarse, el presupuesto reduciría también en alrededor del 4% el Seguro de Discapacidad y los programas destinados a apoyar a personas afectadas por alguna discapacidad del que dependen millones de estadounidenses. En concreto el recorte sería de más de 72.000 millones de dólares (64.000 millones de euros). Trump propone ahorrar 40.000 millones (36.000 millones) en más de una década prohibiendo a los inmigrantes indocumentados el cobro del crédito tributario por cuidado de niños y dependientes. Además se eliminará el reembolso federal de los servicios de atención de la salud de mujeres proporcionados por el programa Planned Parenthood. Sin embargo se destinarán en 10 años, 19.000 millones de dólares (17.000 millones de euros) a un nuevo programa encabezado Ivanka Trump, hija y asesora del presidente, para proporcionar seis semanas de permiso laboral pagado a padres de hijos recién nacidos. En cuanto a la educación, los presupuestos de Trump recortan la financiación de este Departamento en 9.200 millones de dólares (8.230 millones de euros), el 13,5% del presupuesto aprobado por el Congreso el mes pasado. La secretaria de Educación, Betsy DeVos, dijo en un comunicado que esto «refleja una serie de decisiones difíciles que hemos tenido que tomar para dar un mejor uso al dinero de los contribuyentes». Se recortarán también las subvenciones estatales para educación profesional y técnica (CTE) en 168 millones de dólares (150 millones de euros), y casi la mitad de los fondos para el programa federal del work-study, aproximadamente 1.000 millones de dólares (894 millones de euros). Esto añadiría miles de dólares al costo de la Universidad, principalmente para graduados de bajos ingresos. Se da la circunstancia que tanto el CTE como el work-study son dos modelos de educación que gozan de un amplio apoyo bipartidista. Las pocas áreas en educación que verán un alza pertenecen a la elección de la escuela al que se destinará un millón de dólares y 250 millones (224 millones de euros) para becas a familias de bajos ingresos para asistir a escuelas privadas. Para el ex Secretario de Educación, John King, estos presupuestos son «un asalto al sueño americano» y dijo que hará más difícil que los estudiantes asistan y terminen la Universidad. «Está perjudicando el futuro a largo plazo no sólo de los estudiantes, sino también del país», agregó. La Casa Blanca ha propuesto recortar también los presupuestos para los programas de clima y energía limpia, a pesar del apoyo bipartidista del que gozan muchas de estas iniciativas. Si se aprueban los presupuestos, la Agencia de Protección Ambiental sufriría los recortes más drásticos, en concreto del 31,4%, lo que llevaría a que se eliminen 50 programas y 3.200 de los 15.000 empleos de la agencia. Aunque esto no es una sorpresa ya que la Administración Trump ha dicho repetidas veces que tiene la intención de reiniciar las industrias tradicionales de fabricación y de combustibles fósiles, y que planeaba desestimar o eliminar los programas ambientales. También las ayudas a la asistencia legal o a los parques nacionales y la diplomacia financiada por el gobierno se verán afectados, e instituciones populares como el Fondo Nacional de las Artes serán eliminados de aprobarse estos presupuestos que entrarían en vigor el 30 de septiembre. Pero será el Congreso quien decidirá en última instancia los niveles de financiación de Estados Unidos.
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