La reunión extraordinaria en el Observatorio de la Cadena Alimentaria concluyó este lunes con un mensaje claro: se espera un cambio de tendencia en el alza de los precios. Esta cita, presidida por el ministro de Agricultura, Pesca y Alimentación, Luis Planas, y compuesta por todos los agentes que integran la cadena de valor se celebró con el fin de analizar la evolución de los precios de los alimentos y llega después de haber conocido el primer dato mensual de la evolución del Índice de Precios al Consumo (IPC), tras la entrada en vigor a comienzos de año de la reducción del IVA a determinados alimentos frescos o de primera necesidad.
Durante la sesión, Planas señaló que existen razones objetivas para esperar una paulatina disminución del precio de los alimentos en los próximos meses, debido a que los principales costes de producción como energía, piensos o fertilizantes, responsables de los principales causantes del aumento progresivo de la inflación, han empezado a bajar. En esta línea, el titular de Agricultura también destacó que “los precios de los alimentos pueden haber tocado techo”, por lo que apeló a la colaboración de todos los miembros de la cadena para que puedan ajustar los precios a la nueva situación y, estos, se trasladen a los consumidores.
En esta línea, también se mostró positivo frente a un paulatino descenso de los precios, acorde a la disminución de los principales costes de producción que afectan al sector agroalimentario, aunque subrayó que aún persiste la incertidumbre en torno a cuestiones como la evolución de la guerra en Ucrania o las condiciones climáticas. Además, también recordó que se trata de una situación que afecta al conjunto de todos los países y no se trata de un caso específico de España donde, además, la tasa media de inflación de los alimentos en diciembre era mejor que la de la mayor parte de los miembros de la Unión Europea.
Evolución de los precios
Tal y como indican desde el Ministerio de Agricultura, Pesca y Alimentación, el incremento de los precios de los alimentos comenzó en octubre de 2021. Los motivos en este primer momento fueron tres: los problemas logísticos en el comercio internacional derivados del fin de las restricciones de la pandemia, el incremento del precio de la energía y los fletes marítimos.
Después, la invasión rusa sobre Ucrania produjo una escalada de precios en los principales insumos de la producción agraria como piensos, energía y fertilizantes. De hecho, los piensos se encarecieron entre un 30% y un 40%, mientras que los fertilizantes triplicaron sus precios. Unido a esto, la sequía también ha reducido significativamente las producciones, sobre todo las vinculadas al aceite de oliva y los cítricos.
Por su parte, a partir del verano de 2022 los costes de producción invirtieron su tendencia alcista y comenzaron a descender. Según datos aportados por este organismo, el índice de precios de la Organización de Naciones Unidas para la Agricultura y la Alimentación (FAO) registró en enero de 2023 un valor inferior al de enero de 2022.
El pasado 27 de diciembre, el Gobierno aprobó la rebaja del IVA de los alimentos frescos o de primera necesidad, que pasaron del 4% al 0% en el caso del pan, huevos, leche, legumbres, cereales, frutas y hortalizas, y del 10% al 5% en otros productos como el aceite de oliva o las pastas. La rebaja entró en vigor el 1 de enero y estará vigente durante el primer semestre del año o hasta el próximo 1 de mayo en el caso de que la tasa interanual de la inflación subyacente, aquella que excluye la energía y los alimentos no elaborados, sea inferior al 5,5% en el mes de marzo. En diciembre de 2022 este dato se situó en el 6,9%, pero en enero de 2023 aumentó hasta el 7,5%, su mayor nivel desde 1986.
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