El Fondo Monetario Internacional (FMI) espera un incremento del PIB global del 3,5% este año, lo que supone un incremento de una décima respecto a su estimación previa y de cuatro frente al 3,1% alcanzado en 2016. El organismo capitaneado por Christine Largarde, que mantiene sin cambios la previsión del 3,6% para 2018, explica este aumento en la mejora macro de China y Estados Unidos, gracias a las promesas fiscales y de inversión de Donald Trump. “Inversión, manufacturas y comercio internacional experimentan una recuperación cíclica largamente esperada”, destaca el informe que recoge sus expectativas con motivo de la reunión de primavera que celebra junto al Banco Mundial (BM) esta semana en Washington. Y, al mismo tiempo, alerta contras las “políticas aislacionistas” que ponen en “el peligro la integración económica y el orden económico de cooperación mundial”. Mejora macro frente a riesgo político se enfrentan una vez más y ponen en ‘aprietos’ a un mercado que ha alcanzado valoraciones ‘de vértigo’ para no pocos expertos, aunque, de momento, no da señales de flaqueza… “Las previsiones de crecimiento global han brillado desde que arrancara el año”, destacan desde Capital Economics. La firma coincide con el FMI al estimar un repunte del PIB del 3,5% y señala que “el principal motivo de optimismo sobre las economías avanzadas son las positivas expectativas para el gasto de los hogares”, que se asientan sobre una mejora del mercado laboral y una reducción del apalancamiento de las familias. “Además, la política fiscal debería actuar como apoyo adicional, y el comercio mundial se ha recuperado”. Por otro lado, cree esta firma que “algunos de los principales riesgos para la macro parecen haber disminuido, por ahora al menos”. Consideran que probablemente Trump se abstenga de las medidas proteccionistas más radicales que defendió durante la campaña electoral, “para mantener relaciones razonables con China y México”. Al mismo tiempo, añaden, “las posibilidades de que un partido euroescéptico llegue al poder en Francia o Italia este año parecen bajas”. Así, explican que “aunque la relación entre la Bolsa y las tasa de crecimiento no es directa, la evolución de ambos en el pasado sugiere que un contexto macro global positivo suele ser bueno para la renta variable”. Si bien, no apuestan porque sea Wall Street la más beneficiada, a pesar de que la economía estadounidense debería seguir expandiéndose más rápido que la mayoría. Con todo, reconocen que “los acontecimientos en torno a Siria son un recordatorio de los eventos geopolíticos que podrían impactar en el mercado”. Mientras, en el plano macro recuerdan que “un aumento más pronunciado de la inflación, o un traspiés de la Reserva Federal (Fed) en sus subidas de tipos, podría desencadenar otro tantrum en los mercados”.
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