Magallanes, por las ‘empresas invisibles’

“Analizando el universo de acciones cotizadas hemos observado que algunas de las mejores ideas de inversión han venido de empresas medianas y pequeñas, poco seguidas, desconocidas e ignoradas, las llamadas “empresas invisibles” que por sus características propias cotizan muy por debajo de su valor fundamental a largo plazo”, explica Iván Martín, CIO y fundador de Magallanes. El Magallanes Microcaps Europe FI se centrará en pequeñas compañías menos conocidas, con poca cobertura por parte de los analistas y tamaño no suficiente para despertar interés en la mayoría de los inversores y muy poca liquidez. Al menos el 75% de la exposición a renta variable se invertirá en compañías con capitalización media ajustada por free-float inferior a 100 millones de euros (muy baja capitalización). El resto de la exposición total se invertirá en renta fija pública o privada. Los emisores serán fundamentalmente de países zona euro y el resto de otros países OCDE. La renta fija privada no incluirá titulizaciones. Los activos tendrán al menos media calidad crediticia (mínimo BBB-). La duración media de la cartera de renta fija oscilará entre 0 y 18 meses. Blanca Hernandez, también fundadora de la gestora, señala que “el lanzamiento del fondo no responde a una estrategia de crecimiento sino al afán de ser fieles a nuestra vocación: buscar valor”. Lo cierto es que la estrategia llama la atención, en un entorno en el que principales competidores de la firma como Cobas AM de Francisco García Paramés o azValor han apostado por un universo de inversión de grandes valores con los recientes lanzamientos de sus respectivos fondos de blue chips. El de Magallanes es un fondo novedoso por su universo de inversión restringido, donde la mayoría de inversores institucionales, los fondos de gestión pasiva o indexada y los ETFs encuentran difícil invertir, tal y como explican de la firma. A diferencia de los otros vehículos, por primera vez la gestora aplicará un descuento de reembolso a favor del fondo. “Creo que la comisión de reembolso hay que evitarla siempre que sea posible para que prime la libertad del inversor, pero hay casos donde es necesaria como mecanismo de protección a los partícipes del fondo” apunta Hernández. Otra novedad es que la política de comisiones de gestión de las clases no responde al volumen invertido, sino a la voluntad de permanencia de los inversores. “Se trata de primar el largo plazo porque estas compañías requieren una mayor dosis de paciencia”, explican. Como en ocasiones anteriores la gestora reconocerá el apoyo de los “pioneros” de este nuevo proyecto. Los partícipes que inviertan durante los 15 primeros días, siempre que el patrimonio del fondo no supere los 30 millones, accederán a la clase con comisión de gestión menor (clase B) sin que aplique el descuento a favor del fondo. En concreto, la clase B cuenta con una comisión de gestión anual del 1,75% sobre patrimonio, del 0,05% en el caso de la de depositario, y un descuento a favor del fondo por reembolso del 5% sobre el importe reembolsado para participaciones con antigüedad menor a cinco años (que no se aplicará para esos primeros 15 días si el fondo no supera los 30 millones). En el caso de la clase C, la comisión de gestión asciende al 2% sobre patrimonio.

hemeroteca

Add a comment

Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *