Invertir en compañías que cotizan por debajo de su valor real y esperar el tiempo necesario para que gran parte de ese valor sea realizado. Esta es la filosofía del value investing entendida por Iván Martín y todo su equipo en bloque, que han presentado en sociedad después de que el pasado 9 de enero diesen sus primeros pasos con el lanzamiento de sus dos fondos: el Magallanes European Equity y el Magallanes Iberian Equity.
Ambos están aún en proceso de construcción de carteras. El nivel de inversión actual ronda el 53% en ambos productos. "La idea es llevarlo al 75%-80% en los próximos dos meses, pero depende de las condiciones del mercado", señala Martín, que el pasado mes de septiembre dejaba Santander AM para emprender su propia aventura.
El equipo de inversiones de Magallanes lo integran junto a Iván Martín, José María Díaz y Miguel Ballesteros. El fondo de valores europeos cuenta actualmente con 27 valores, y la idea es llevarlos a algo más de 30. El ibérico cuenta con 22 y podrían aumentarlo a 25. Las primeras operaciones se están cruzando a través de Tressis y la plataforma de Inversis (Andbank)
"Podemos parecer aburridos", explican desde la gestora en referencia a la baja rotación esperada en las carteras. Sin embargo, defienden que sus inversiones están pensadas para el largo plazo, "a pesar de que es muy complicado mantenerse al margen de los vaivenes del mercado". En este sentido, aseguran que guardarán la parte de liquidez para comprar cuando consideren oportuno.
La idea del value investing también ha calado fuerte entre unos inversores retail que han demostrado mucho interés por los fondos de Iván Martín. Algunos de ellos procedentes de firmas como Bestinver, que se han sentido huérfanos tras la marcha de Francisco García Paramés el pasado año. Aún así, en el perfil de inversores españoles destacan de momento los family office, con aproximadamente un 80% de representación, además de algún endowment.
Próximos proyectos
Ante el interés que también han demostrado los inversores extranjeros, la entidad tiene proyectado para el corto plazo una sicav luxemburguesa del fondo europeo. "Hay interés de inversores internacionales y también mucho español que prefiere un fondo luxemburgués", matiza Martín.
Respecto al patrimonio, desde la firma tienen claro que "el tamaño perjudica claramente al performance", por lo que a día de hoy y teniendo en cuenta que las condiciones del mercado pueden cambiar este concepto, "el fondo ibérico no puede superar los 500 millones de euros".
Para entrar en su órbita de inversión, las compañías deben cumplir con unos requisitos básicos. El primero de ellos, cumplir con el criterio de rentabilidad-flujo de caja. "El flujo de caja libre es lo que generas anualmente (no contable) tras hacer frente a los impuestos y las necesidades de inversión. Esa caja que te queda es un indicador de cómo de buenos son los gestores de la compañía analizada", explica Martín.
Magallanes Value Investors presume además de tener unos productos de costes más reducidos que los de otros competidores. "Siempre he sido tremendamente crítica con las comisiones que cobran algunos fondos que no añaden valor a largo plazo, así como con la obligación de permanencia con el cobro de los reembolsos", explica Blanca Hernández, consejera delegada de la firma.
Para el inversor retail, la comisión se sitúa en el 1,75%, y en el 1,25% para el institucional, sin comisión de reembolso ni tampoco de performance, a pesar de que los dos fondos podrían englobarse en la nueva categoría de "fondos de autor" con la que Iván Martín no se siente especialmente identificado, al considerar que, en realidad, todos los fondos son de autor en cuanto que tienen una cabeza visible con su equipo gestor. Aún así, no descartan cobran una comisión por resultado "solo si el mandato quiere"
En este sentido, la alineación con el inversor es primordial. "Invertimos nuestro dinero en los fondos y tratamos a nuestros clientes como nos gustaría que nos trataran a nosotros", explica Hernández.
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