Este indicador es una encuesta realizada a 7.000 ejecutivos que mide el desarrollo de la economía alemana. Tiene una alta repercusión sobre el mercado, y en particular sobre el euro, ya que orienta sobre la actividad presente y futura de la economía alemana, explican desde el departamento de Análisis de Bankinter.
La previsión para este mes de febrero era que el índice alcanzara los 107,7 puntos, pero se ha quedado a 106,8, sólo una décima más que el mes pasado. En cuanto a la situación actual que ven las empresas alemanas, el índice se queda 4 décimas por debajo que en enero, a 111,3 frente a los 111,7 de enero, y muy por debajo de las previsiones de 112,5. Las expectativas futuras, por su parte, suben medio punto con respecto al mes pasado hasta los 102,5, pero tampoco alcanza los 103,0 previstos.
El clima empresarial por sectores muestra una caída continuada en la construcción. El IFO del sector se mantiene en negativo, y desde septiembre de 2014, cuando alcanzó -3,0, ha llegado hasta el -5,9. El comercio mayorista cae una décima con respecto al año pasado, y el minorista sube una décima. Sin embargo, desde Bankinter puntualizan que los cambios de un mes a otro son menos importantes que los de la curva a largo plazo.
El departamento de Análisis de la entidad señala que "las medidas del BCE, el abaratamiento del petróleo y la depreciación del euro habrían eclipsado los temores por Ucrania y Grecia". Finalmente, añaden que "aún siendo buenas cifras, como no baten expectativas, podrían frenar las subidas bursátiles y repercutir negativamente en la cotización del euro, mientras que empujarían al Bund al alza".
Esta subida del IFO acompaña a las buenas estadísticas de crecimiento que ha presentado el país en el último trimestre de 2014. Tras unos primeros trimestres en los que Alemania quedó a la cola del crecimiento en la zona euro, sembrando dudas sobre si el país continuaría siendo el motor económico europeo, una subida del 0,7% del PIB alemán consiguió que la zona euro cerrase con un 0,3% de crecimiento y situar al país con un crecimiento anual del 1,6%.
Alemania superó con creces sus previsiones de crecimiento para el último trimestre del año, que lo situaban en el 0,3%. De este modo, se convertía, junto con España, en el país que remonta el PIB de la zona euro a finales de año. Y es que otras de las grandes economías europeas se han quedado atrás, como Italia, que se estanca, aunque deja atrás dos meses consecutivos de caídas, o Francia, que solo crece un 0,1%.
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