La compañía de Juan Roig ha vuelto a saltar a la palestra, y como nos tiene acostumbrados, no por algo bueno. Hasta ahora había muchos rumores de los acosos a los que estaban sometidos los trabajadores de esta cadena de supermercados, pero hasta ahora no había ninguna sentencia firme, todo eran especulaciones.
Ahora, la Sala de lo Penal ha confirmado la sentencia de la Audiencia Provincial de Valencia que condenó a dos años y ocho meses de cárcel a José Chaparro por dos delitos de acoso sexual y un delito de agresión sexual. En cuanto a la responsabilidad civil, ordenó que el acusado y subsidariamente Mercadona indemnicen a cada una de las dos víctimas con 75.000 euros por los daños psíquicos y los perjuicios morales sufridos.
El alto tribunal ha ratificado la responsabilidad de la empresa en lo sucedido porque estos horribles hechos sucedieron en el ámbito empresarial y no se trató de una acción puntual o episódica, sino que se prolongó en el tiempo y cualquier control por parte de Mercadona "brilló por su ausencia".
El Supremo considera probado que el que fuera máximo responsable del establecimiento de la calle Luis Vives de Valencia proponía a las trabajadoras mantener relaciones sexuales con él y les empujaba a ofrecer a los clientes favores de esta naturaleza para aumentar las ventas. Las denunciantes se negaron y pidieron el cambio del puesto de trabajo o la baja médica aduciendo como excusas que no se llevaban bien con sus compañeros o que tenían problemas familiares.
Además, se considera responsable civil subsidiario a Mercadona por no controlar e este acosador. ¿Por qué no se tomaron medidas al respecto?
Es cierto que ambas empleadas no contaron nada de lo sucedido por miedo a que las despidieran, pero el tener este miedo, habla por sí solo. Y de hecho, el temor no era desacertado. Aunque ambas se dieron de baja porque no cesaba su estado de ansiedad y angustia que sufrían en el trabajo, cuando volvieron de su baja, fueron despedidas. Fue entonces cuando lograron ponerse en contacto entre ellas y descubrieron que habían sido objeto del mismo tipo de acoso por parte de Chaparro.
Otros casos
Aunque Juan Roig intente ‘pintar’ a Mercadona como el paraíso para los trabajadores, nada más lejos de la realidad. Esta es una empresa asediada por las quejas. Foros, blogs, comentarios en las redes y hasta portales enteros critican a la compañía. En estas páginas webs son numerosas las personas que denuncian que maltrata a los empleados, que los explota, que les humilla, y que los castiga, como si fuera un patio de colegio.
Por su parte, la empresa que capitanea Juan Roig quiere evitar, a toda costa, otros incidentes de este tipo, que ensucian su imagen de marca. Por ello, han llevado al convenio colectivo este supuesto.
"Nos enteramos años después de lo sucedido y, tras ello, en los últimos dos convenios lo hemos recogido como una falta muy grave", apuntan fuentes próximas a la enseña. En los últimos acuerdos laborales de 2010 y 2014 en la lista de casos de alto gravedad, la cadena ha incluido un nuevo punto: "Acoso laboral, sexual o por razones de sexo, así como las denuncias falsas de acoso, una vez concluido el pertinente protocolo".
Ahora, cometer esta falta se paga con una suspensión de empleo y sueldo de 16 días hasta un total de 60 o con el despido. En el caso que ocurrió hace una década en el supermercado de la calle Luis Vives de Valencia, la cadena optó por esta segunda opción.
Analizando esta situación, en la mayoría de las demandas interpuestas contra el supermercado, los abusos llegan de parte del responsable o gerente del centro, lo que hace preguntarse por qué Mercadona no ejerce unos controles más férreos sobre las personas que pone al frente de sus establecimientos.
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