Los mercados europeos poseen la principal atención inversora en estos momentos después de acumular unos años bastante lastrados y por debajo de la rentabilidad que se proporcionaba en Estados Unidos. Pero eso podría cambiar a tenor de los acontecimientos próximos, de la mayor capacidad de crecimiento en el Viejo Continente y sobre la mayor calma en el plano político que subyace en Europa. Según proyecta el equipo de análisis de Bank of America, El crecimiento “sería decente, la inflación baja, y el banco central seguiría apoyando”. Pero también advirtió que el riesgo de un error político y una normalización prematura gradual de la política monetaria es “ahora alta”, por lo que hay que seguir teniendo cierta precaución. Sin embargo, las estimaciones de crecimiento han cambiado, según la hoja de ruta del BCE, y ese factor de crecimiento puede resultar interesante de cara a los mercados europeos. Con todo, la debilidad en el plano de la inflación sigue lastrando bastante a dicha región según la entidad financiera estadounidense. “El desarrollo más importante y sus implicaciones para la política monetaria, la inflación, no nos ha sorprendido: La inflación ha sido débil, sigue siendo débil y probablemente se mantendrá así en los próximos meses”. De todas formas, todo apunta a que habrá una disminución gradual de los estímulos económicos por parte del BCE, en gran parte debido a las limitaciones técnico-políticas alrededor del QE. El BCE todavía “tendrá que justificar esto con una narrativa macroeconómica. Esto se basaría en uno entorno de mayor crecimiento en términos de PIB, que provocaría la expansión del ciclo. “Con el desvanecimiento del viento de cola doméstico, el crecimiento anual del PIB del 2% trimestral es difícil de mantener en el segundo semestre”, analizan los analistas de BofA. “De hecho, en los últimos años se han producido tres vientos de cola importantes para la demanda interna en la zona del euro: impulsos monetarios y fiscales y bajos precios del petróleo”, analizan exponiendo que “probablemente han alcanzado un pico, y con un telón de fondo externo que es ahora más débil de lo que pensamos que será difícil mantener el impulso una vez que los efectos rezagados de esos conductores se desvanecen lentamente”. Por tanto, ese a la cautela, Julien-Pierre Nouen, jefe economista-estratega de Lazard Frères Gestión, apunta que “las bolsas deben seguir haciéndolo bien en este entorno”. Así pues, están “a favor de la renta variable europea, pues presenta valoraciones más baratas y las compañías muestran un buen impulso de beneficios”. Tanto es así que la mejora de las perspectivas de crecimiento para la zona del euro “respalda la revisión al alza de las previsiones de ingresos”.
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