El acuerdo contempla un alto el fuego entre fuerzas las ucranianas y los separatistas respaldados por Rusia a partir del domingo, seguido por la retirada de armas pesadas desde el frente de combate y una reforma constitucional para dar a Ucrania más autonomía. "Lo principal que se logró es que a partir del sábado hacia el domingo debe ser declarado un alto el fuego general y sin condiciones", dijo el presidente ucraniano, Petro Poroshenko, a los medios de comunicación.
Tras 16 horas de conversaciones, la canciller alemana, Angela Merkel, una de las patrocinadoras de las negociaciones, discrepó con el presidente ruso, Vladimir Putin, sobre los motivos por los que se retrasa tanto el alcanzar un acuerdo. Putin culpó a Kiev por el tiempo que llevaron las conversaciones, que fueron la culminación de una dramática iniciativa de Francia y Alemania tras un aumento de los combates en que los separatistas avanzaron desde la línea de un alto el fuego anterior. Merkel, en tanto, dijo que Poroshenko "hizo todo lo posible para lograr la posibilidad de un final para el baño de sangre" y que Putin presionó a los separatistas para que aceptaran la tregua "hacia el fin" de las negociaciones.
Probablemente, este acuerdo también alivie la presión en Estados Unidos para enviar ayuda militar al ejército ucraniano, y para que algunos países europeos refuercen las sanciones contra Moscú, un tema que se discutirá en las próximas horas en una cumbre de la Unión Europea. El acuerdo también podría ayudar a proteger a Putin de cualquier efecto colateral por la muerte de rusos en los combates, que según Ucrania son soldados. Moscú afirma que son voluntarios.
Más de 5.000 personas han muerto en el conflicto, que se ha intensificado en los últimos días, con más de 70 soldados ucranianos y al menos 24 civiles muertos en lo que va de febrero, según cálculos de Reuters en base a cifras oficiales ucranianas.
Millonaria ayuda del FMI
Los combates han desestabilizado a Ucrania tanto militar como económicamente. Mientras se alcanzaba el acuerdo, el Fondo Monetario Internacional (FMI) ha ofrecido a Ucrania una ayuda financiera de 15.500 millones de dólares, para intentar evitar su derrumbe financiero. La economía rusa también ha sufrido debido a las sanciones impuestas por su apoyo a los separatistas en el este de Ucrania y la anexión de Crimea el año pasado.
Lagarde ha explicado que esta ayuda, que sumada a otras anteriores hace un total de 35.000 millones de euros, ha sido impulsada porque Ucrania por fin "ha demostrado su compromiso con estos ajustes" en sectores clave, como una fuerte "disciplina fiscal" (en 2014 tuvo un déficit del 4,6% del PIB frente a un pronóstico del 5,8%).
hemeroteca