“En las condiciones actuales, no creemos que los mercados estén sobrevalorados”. Frente a las alertas sobre una posible burbuja en algunos segmentos de renta fija, David Harris, director de renta fija global de Schroders, se muestra positivo asegurando que “todo el mundo se fija en la oferta, pero nadie habla de la demanda”, en referencia, por ejemplo, a la fuerte demanda del programa de compra de deuda del Banco Central Europeo, que sigue ejerciendo un punto a favor del mercado. Por este lado de la demanda, el gestor también apunta a que la situación demográfica, y las necesidades de ahorrar para la jubilación, seguirá jugando a favor con inversores que buscarán inversiones en el mercado de bonos, “no solo de gobiernos, sino también en otra clase de activos como corporativos investment grade o incluso high yield” en busca de mayores retornos. “El entorno y las políticas monetarias de los distintos bancos centrales están creando buenas oportunidades y una situación de inversión interesante”, indica el experto, recordando que en Europa no espera un brusco cambio en la estrategia de Mario Draghi. A su juicio, los inversores pueden estar tranquilos ante una normalización de la política monetaria que se producirá “con pequeños pasos”, recordando que si la inflación sigue subiendo, la prioridad será la reducción del QE (quantitative easing) y una política de comunicación cuidadosa antes de empezar a subir los tipos de interés. El impacto de la Casa Blanca Afincado en EEUU, Harris conoce a la perfección la política monetaria de la Fed y las dificultades a las que Janet Yellen se enfrenta con la llegada de Donald Trump al poder. En este sentido, y tras la última reunión en la que el organismo decidió subir de nuevo los tipos de interés, el experto espera dos subidas más este año, “quizá tres”. Sin embargo, no considera que Yellen esté sometida a la presión de las políticas de Trump. “La Fed está reaccionando solo a las condiciones actuales, no a las futuras”, explica, aunque reconoce que en su objetivo de controlar la inflación, “si Yellen se debe volver ‘hawkish’, así será”. Siendo consciente de que “el principal factor de riesgo que deben tener en cuenta los inversores cuando invierten en renta fija es la exposición a tipos de interés”, Harris advierte que, hoy por hoy, hay que prestar especial atención a las medidas políticas de Donald Trump y su impacto en el mercado. “De momento, la Casa Blanca se está centrando en aspectos más ‘sociales’ como los acuerdos comerciales, la inmigración o la reforma sanitaria. “Las reformas fiscales con la reducción de impuestos o el aumento de gastos en infraestructuras son las que más afectan a la economía, pero también los más lentos de aprobar”, por lo que los inversores tardarán más en ver su impacto en el mercado. Mejores oportunidades “Siendo selectivos, las yields en los emergentes suponen una gran oportunidad”. Harris tiene claro que pese a la positiva evolución en el último año de los mercados financieros de estas regiones, el potencial es aún elevado en muchas de ellas. Su apuesta se inclina sorprendentemente hacia países como Argentina, tras el esfuerzo del Gobierno de Mauricio Macri para corregir los errores de los últimos años. Del mismo modo, y pese a las dudas sobre el impacto de la victoria de Trump, el experto considera que “México es competitivo desde una perspectiva macro”. Además de la renta fija emergente, Harris apuesta por los bonos corporativos high yield “de compañías que hayan sido degradadas pero que cuenten con balances saneados” y por los activos de titulización, también apostando por el sector bancario. El precio de las materias primas hace que sectores como la minería o la industria básica sean las menos favorecidas en las perspectivas del experto.
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