En pleno debate parlamentario para la aprobación de los Presupuestos Generales del Estado (PGE), las cuentas desglosadas reflejan cómo ha estructurado el Gobierno la contención del gasto. El capítulo inversiones reales refleja sobre el papel un ascenso del 23% sobre los presupuestos iniciales de 2016, hasta alcanzar los 6.659 millones. Sin embargo, a el análisis de esta partida refleja que la inversión del Estado no sólo cae en torno a un 20% respecto al ejercicio anterior, sino que se reduce en casi todos los departamentos con excepciones destacadas como las de Justicia, Exteriores y Sanidad. Al volumen total de inversión hay que restarle los 1.818 millones de euros derivados al Ministerio de Defensa para atender a compromisos de pago correspondientes a programas especiales de armamento. Estos gastos no tendrán incidencia sobre el déficit de 2017, al tratarse de entregas realizadas en ejercicios anteriores. Si se descuenta este hecho recurrente, las cuentas reflejan un descenso de la inversión en Fomento del 3,6%, hasta los 1.770 millones, cuyo destino principal es a infraestructuras de carreteras y ferroviarias, y del 7,8% en Agricultura, hasta los 787 millones de euros, cuyo fin es financiar infraestructuras hidráulicas. En sentido contrario, las dotaciones para la modernización de la Justicia se incrementan en un 86,4% respecto a 2016, hasta los 183 millones. También se registra un fuerte descenso en la inversión al sector público empresarial, dentro del capítulo de transferencias de capital. Las dotaciones más afectadas son: acceso a la vivienda y fomento de la edificación (-19,3%), transferencias a organismos hidráulicos (-17,5%), ayudas a la construcción naval (-24,4%), subvenciones a empresas localizadas en zonas de promoción económica (-21,8%), ayudas al instituto para la reestruturación de la minería del carbón (-31,7%), planes de apoyo a la pyme (-46,7%) y FEGA para la confinanciación de programas de desarrollo rural (-5,7%).
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