La economía griega es como si hubiera sufrido una guerra en su territorio. En cinco años, el PIB ha disminuido un 25%. Un impacto parecido solo se ha observado cuando algún país ha tenido un conflicto bélico dentro de sus fronteras. Y eso que Grecia ha dado síntoma de estar viva en el tercer trimestre de 2014 al crecer un 1,6% en tasas anuales, la primera vez que registra una evolución positiva en cinco años. Las cifras económicas dibujan un panorama desolador, que explican por qué los sondeos han dado la victoria a Syriza y emergen nuevos partidos que arrinconan a los partidos que han venido alternándose en el poder, Nueva Democracia y PASOK.
La crisis se ha llevado por delante casi un millón de empleos. Uno de cada cuatro griegos están en el paro. La tasa de desempleo ha superado el 27%, superando a España como el país que registra más paro de la OCDE. Si por sí solo el dato es dramático, hay que tener en cuenta que el país, al contrario de España, nunca ha soportado tasas tan elevadas de paro.
La situación es más desesperada si se tiene en cuenta que el 70% de los parados llevan sin trabajar más de un año. Los recortes impulsados por el Gobierno de Samaras para cumplir con las exigencias de los rescates ha puesto el foco en las protecciones de desempleo y pensiones con lo que este colectivo hoy en día vive, simple y llanamente de la caridad. Las últimas cifras del Eurostat sitúa a uno de cada tres griegos al borde de la pobreza. El índice supera el 35% de personas en riesgo de pobreza. Por poner un ejemplo en España esta tasa ha ascendido hasta el 27%.
Los 240.000 millones de euros inyectados en la economía griega no ha servido para que los ciudadanos lleven mejor la crisis. Es cierto, que desde el punto de vista macro las cifras han mejorado. Desde el mes de abril, las reformas y los ajustes han permitido que Grecia vaya registrando superávit en el balance presupuestario. Es decir, el Estado ingresa más de lo que gasta. Sin embargo, las ayudas ha agravado el principal problema del país, la deuda. Grecia entró en la crisis con un desequilibrio en sus cuentas insostenibles. La deuda superaba el 100% del PIB y además reconocieron que el déficit estaba en el 14% frente al 3% que presentaban a Bruselas. Los rescates han duplicado la deuda a 321.000 millones, que supone casi el 175% del PIB.
Muchos expertos consideran que el nivel de deuda es inviable para Grecia y que nunca llegará pagar la deuda, pese a que hace dos años los inversores particulares asumieron una quita del 50% y que propicio el segundo rescate para el país. Syriza lleva por bandera en su programa la renegociación de la deuda para que el país tenga una salida a la actual situación.
Desde el punto de vista político, los principales partidos políticos han terminado fagocitados por la crisis con una evolución parecida a la que está sufriendo el mapa político español. El PASOK, el partido socialista, fue el que estaba en el poder cuando el país comenzó a tener problemas económicos. Como el PSOE está estigmatizado como responsables de la crisis. Papandreu fue el que reconoció que Grecia había mentido en sus cuentas y el primero en adoptar medidas dolorosas. Nueva Democracia, hasta el domingo en el poder, son los que han materializado los duros ajustes dictados por la troika, como el PP en España con el rescate financiero. Syriza irrumpió en 2012 como una alternativa a los partidos mayoritarios que habían llevado al caos al país y a las políticas de austeridad. Con un discurso mucho más radical que el actual, proponen salir del euro y no pagar una deuda que consideran ilegítima, se consolidaron como segunda fuerza política tras Nueva Democracia.
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