El horizonte de Punta del Este, principal ciudad turística de Uruguay, verá nacer en las próximas semanas uno de sus edificios más altos: el nuevo World Trade Center, sexto de esa franquicia de negocios en el país que suele ser llamado “la Suiza de América”. La torre contará con 87 espacios empresariales distribuidos en 25 pisos y servirá como lugar de trabajo a 1200 personas, que tendrán 179 plazas de estacionamiento. La inversión es de 38 millones de euros y sus responsables son los empresarios locales Carlos Lecueder y Ernesto Kimelman. Negocios y ambiente Ambos forman parte del directorio de Marciry, la sociedad que levantó las cinco torres que la franquicia WTC ya tiene en la capital del país, Montevideo. La ejecución de los trabajos demandará la mano de obra de 150 trabajadores. El alcalde de Punta del Este, Enrique Antía (centro-derecha) obtuvo la aprobación de la obra, en junio, con votos de su partido (Nacional) y de la coalición opositora del Frente Amplio (izquierda), que controló la gestión anterior. Este WTC es el primer “edificio verde” con certificación LEED (Liderazgo en Energía y Diseño Ambiental). Ello significa que tendrá clasificación propia de residuos, generará energía limpia y reducirá el consumo de agua en un 30% respecto de edificios comunes. Las oficinas podrán adquirirse a 2500 euros por metro cuadrado mediante un fideicomiso especial para tal efecto, informó Antía. La comercialización estará a cargo de inmobiliarias habilitadas por el municipio y certificadas por WTC. Nuevo horizonte La obra se enmarca en un plan de expansión urbana llevado adelante por la actual administración municipal, que contempla un conjunto de 17 emprendimientos comerciales y residenciales con una inversión total de aproximadamente 335 millones de euros. Entre estos, se destacan un edificio residencial de 25 pisos (90 metros de altura) del empresario argentino Sergio Grosskopf, siete torres en el distrito residencial Rincón del Indio y el complejo «Venetian Tower» (44 apartamentos de 163 m2 en adelante). El distrito de Maldonado, donde se encuentra Punta del Este, vivió un auge de la construcción entre 2005 y 2012. Posteriormente, el sector fue decayendo por, entre otros motivos, la prohibición de dólares en Argentina, origen de la mayoría de los compradores e inversores. El nuevo Gobierno argentino y medidas como el acuerdo fiscal entre ambas naciones han permitido una reactivación del mercado inmobiliario. Las inversiones ahora anunciadas confirman que Punta del Este ha vuelto a ser atractivo más allá del turismo.
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