La realidad de pymes y autónomos: deudas, más avales y una lenta recuperación

La Confederación Española de Sociedades de Garantía, SGR-Cesgar, presenta su XII Informe sobre Financiación de la Pyme en España bajo unos datos desesperanzadores para quienes conforman la gran mayoría del tejido empresarial del país: más de dos millones de empresas necesitaron financiación en 2022. Una situación similar en aspectos de recuperación económica y financiera que pymes y autónomos vivieron, retrocediendo su crecimiento a corto plazo a niveles previos a la pandemia.

A pesar de que el colectivo encuestado, en el que se incluyen autónomos y sector primario, haya experimentado una mejoría en el pasado ejercicio con respecto a 2021, los datos lo sitúan a niveles de 2020. Un 22,1% de las pymes asegura estar en el camino de la recuperación, económica y financieramente, frente al 16% del anterior año; mientras que el 4,8% afirma estar recuperándose y un 30,7% encontrarse en una situación estable, en comparación con el 38,9% que se concluyó el ejercicio previo.

No obstante, un 36,5% de las empresas analizadas asegura haber empeorado en 2022. De ellos, el 15,4% se encuentra estancado económicamente y con rasgos negativos en cuanto a finanzas. Asimismo, un 16% de estas empresas han experimentado una reducción en su facturación y/o beneficios.

Financiación para subsistir

Un 56,2% buscaron el pasado año medios de financiación para conservar sus negocios, aunque se presente un leve descenso en comparación a 2021 (57,9%). El informe señala un importante crecimiento de los préstamos bancarios a pymes y autónomos en 2022, siendo este el producto financiero más demandado y, a su vez, el causante del incremento de deudas por parte de los negocios de menor tamaño en los dos últimos años.

En tercer lugar y tras las líneas de crédito y los créditos comerciales, aparecen las líneas ICO como método más utilizado por el sector. El aumento de su uso, especialmente tras la pandemia, ha llevado a las pymes a valorar positivamente este instrumento de financiación junto con los créditos de proveedores, los avales y las garantías de las SGR.

En 2022 se incrementó el número de empresas que consideraron no haber accedido fácilmente a financiación bancaria, un 50,8% frente al 63,3% de 2021, causa principalmente señalada por la subida de los tipos de interés consecuente de la inflación. Igualmente, aumentó el número de negocios que necesitaron un aval hasta el 43,7%.

Sociedades de garantía, una solución cada vez más recurrente

A corto plazo, las pymes consideran que las sociedades de garantía una buena manera de superar una crisis, hasta el hecho de haber alcanzado el 19% en 2022 y, por tanto, ser consideradas en primera instancia para el proceso de recuperación de la empresa y autónomos. En 2022 se inyectaron 2.273 millones de euros a pequeñas y medianas empresas además de autónomos gracias a los 18 SGR, a través de los cuáles, se consolidaron 22.389 nuevos avales.

Así, las pymes que han recurrido a las SGR han aumentado hasta un 21,6% en el pasado año, impulsadas principalmente por la crisis resultante de la guerra de Ucrania y sus consecuencias. Según el informe, las pymes consideran que las sociedades de garantía mejoran el acceso a la financiación bancaria; conllevan un asesoramiento financiero más adecuado y los plazos de devolución son más favorables al igual que la reducción en los costes de la financiación.

 

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