Leopoldo Fernández Pujals es un hombre de negocios, con una trayectoria, cuanto menos exitosa. En la década de los 80-90 fundó Telepizza a partir de un pequeño local que abrió en Madrid, y ganó 300 millones de euros con su venta. Por esto, cuesta pensar que la venta de sus acciones de Jazztel, aunque parece que solo ha sido una mínima parte, casi insignificante, sea pura casualidad.
Pero, ¿Por qué Pujals se ha desecho de estas participaciones?
Muchas pueden ser las respuestas a esta pregunta, aunque una de las más ‘lógicas’ es sin duda un posible miedo a que la Opa no llegue a darse. Ahora que Jazztel a subido su cotización con el anuncio de adquisición, sería un momento idóneo para vender a buen precio, aunque no sean 13 euros por participación. En concreto, hoy Jazztel se mueve en torno a los 12,75 euros.
De llevarse a cabo la Opa, Fernandez Pujals, que controla el 12,77% de Jazztel, ganaría unos 500 millones de euros. Convirtiendo esta en la segunda gran operación empresarial de su vida, pero la primera en cuanto a beneficios.
Sin embargo, la posibilidad de que la compra no termine ejecutándose, es más real de lo que puede parecer a priori, ya que el segundo máximo accionista de Jazztel, la gestora británica Alken Asset Managements, ha confirmado que tiene pensado rechazar la Opa de Orange, porque el precio les parece insuficiente. Alken es propietaria del 5% de acciones del grupo de telecomunicaciones. La firma, fundada por Nicolas Walewski, estima en 20 euros el precio objetivo, al que estaría dispuesto a vender su participación. Según los cálculos de Alken, las sinergias de la anunciada operación ascenderían a 3.000 millones de euros, frente a las 1.300 millones estimadas por Orange. De éstas, 1.000 millones corresponderían a Orange y 2.000 millones, a Jazztel. Por ello, el precio de la oferta debería alcanzar los 20 euros.
Lo que Jazztel y los analistas especializados recomiendan a los accionistas minoritarios es aguantar sus participaciones y acudir a la Opa. Sin embargo, la contraria actitud de su presidente es, cuanto menos, imprudente, ya que si el rumor comienza a extenderse, muchos de estos accionistas pensarán que les están ‘tomando el pelo’, y se puede llegar a producir una reacción en cadena donde todo el mundo quiera seguir los pases de Pujals, y vender.
Otra posible opción, es que Leopoldo Fernández Pujals haya pensado que es mejor empezar a cubrirse las espaldas que esperar a que todo se resuelva en este acuerdo, donde desde el principio, ha predominado la incertidumbre. De ser así, pueden pasar meses hasta que la Opa se lleve a cabo, y para entonces, quizás Jazztel haya perdido parte de su valor, que se ha visto incrementado por lo novedoso de la operación.
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