Los rendimientos de los bonos no han aumentado en línea con las expectativas en los últimos tiempos. La conclusión es clara para el máximo responsable del área de renta fija de AXA. Tomando una visión de largo plazo no es “difícil ver por qué”. Para obtener el tipo de bonos que muchos analistas piensan que debemos tener se requiere “un crecimiento nominal global para revertir su tendencia a largo plazo y moverse significativamente más hacia arriba”. La flexibilización cuantitativa no se ha logrado. China está creciendo a la mitad de la tasa de hace unos años y el populismo no va a proporcionar el crecimiento y el empleo que dicen en sus discursos. Por tanto, para Iggo, lo mejor es “minimizar las expectativas de un aumento masivo en los rendimientos de los bonos y pensar en lo que los mercados de renta fija pueden ofrecer hoy”. Es decir, como siempre, “la preservación del capital, una fuente de ingresos, oportunidades de retorno total y diversificación frente a las promesas de un crecimiento impulsado por la equidad”. Los bonos pueden ser el mejor amigo de un inversor. En este escenario cabe preguntarse, ¿por qué las rentabilidades de los bonos (todavía) son tan bajos? Desde que la Reserva Federal (Fed) inició el actual ciclo de ajuste monetario en diciembre de 2015, los rendimientos de los bonos estadounidenses a largo plazo son más o menos los mismos. Desde el aumento más reciente de los tipos de interés de la Fed, en marzo de 2017, el rendimiento del Treasuries ha caído 28 puntos básicos. ¿Por qué no han aumentado los rendimientos de los bonos -que representan el coste a largo plazo del endeudamiento? Quizás la pregunta más apropiada es ¿por qué el crecimiento nominal del PIB (todavía) es tan bajo? Iggo señala que la relación “entre el rendimiento global de los bonos a largo plazo y el crecimiento nominal del PIB es fundamental”. Invertir en bonos del Estado (sin riesgo de crédito) “debería significar que obtendrá una rentabilidad cercana a la tasa de crecimiento de la economía en términos nominales”. Por tanto, en caso de no hacerlo, entonces comprometería más dinero a bonos corporativos u otros activos de riesgo para obtener una rentabilidad más cercana al crecimiento del PIB. La relación no es estrecha todo el tiempo, pero para cualquier persona con un horizonte de inversión a largo plazo, mirando el gráfico de la rentabilidad en un marco temporal más amplio contra el crecimiento nominal del PIB “responde a la mayoría de las preguntas sobre por qué los rendimientos de los bonos son todavía bajos”. El nivel aproximado de los rendimientos de los bonos y la dirección del cambio en el tiempo “está relacionado con las tasas de crecimiento económico a largo plazo”. El gráfico muestra que la tasa de crecimiento del PIB nominal y el nivel de los rendimientos de los bonos estadounidenses (la línea roja) se han reducido en los últimos 30 años. En la última década hemos estado viviendo en un mundo por debajo del 4%. Sin duda, las consideraciones a corto plazo sobre el crecimiento mundial sincronizado, el potencial de estímulo fiscal en Estados Unidos, los planes de endurecimiento de la Fed y una mayor inflación general apuntan “a mayores rendimientos”.
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