El Gobierno británico ha dejado de ser accionista del semi nacionalizado Lloyds Bank. El Ejecutivo vendió este martes el 0,89% restante que tenía en propiedad (638,4 millones de acciones) con un beneficio global de aproximadamente 900 millones de libras (1.046 millones de euros), a pesar de vender el último paquete a 70,31 peniques, por debajo del precio de compra de 73,6 peniques. Con esta operación se privatiza de nuevo a una de las mayores entidades inglesas (cuota del 25% de las cuentas corrientes británicas, del 22% de los depósitos comerciales y del 21% de las hipotecas) y una de las más dañadas durante la crisis financiera. La caída en picado de Lloyds comenzó tras la adquisición en 2008 de su homólogo HBOS por 12.000 millones de libras (13.997 millones de euros). La recesión mundial, tras la quiebra reciente de Lehman Brothers, y los altos niveles de endeudamiento del banco (la ratio de préstamos sobre depósitos estaba en torno al 177%) llevaron al Gobierno a plantearse la primera inyección de liquidez en enero de 2009. Tras tres rescates consecutivos a los largo del año, el Ejecutivo se convirtió en propietario del 43% de Lloyds en diciembre de ese mismo año, con una inversión pública de 20.300 millones de libras (23.600 millones de euros). Desde ese año, el departamento de Hacienda se ha encargado de recuperar los margenes vía despidos (hasta 57.000 personas han sido cesadas desde 2008) y saneamiento del balance (la ratio actualmente se encuentra en torno al 107%). Los últimos resultados del Lloyds reflejan esta tendencia positiva; el banco cerró el primer trimestre con un beneficio neto de 871 millones de libras (1.013 millones de euros), un 71% que en el mismo periodo de 2016. La salida de las Administraciones británicas ha sido progresiva, con sucesivas ventas desde 2013, que finalizaron cuando el 9 de enero de este año dejó de ser el accionista mayoritario. La asignatura pendiente es ahora el Royald Bank of Scotland, entidad que también fue rescatada y de la que todavía se mantiene en torno al 70% en propiedad. Un espejo para Bankia Hace ya ocho años desde que el Gobierno español y el británico tuvieron que intervenir respectivamente a distintas entidades bancarias ante el riesgo de quiebra sistémica en el sector financiero. Los dos rescates más sonados fueron el de BFA/Bankia (12.347 millones de euros) en España y el de Lloyds Bank en Reino Unido. En el caso de la entidad española, el Ejecutivo tuvo que cubrir un agujero contable equivalente al 65% de la propiedad, mientras que en el caso inglés el Gobierno llegó a adquirir hasta el 43% del banco. La situación actual de ambas intervenciones es muy distinta a los dos extremos de Europa. En España, el Fondo de Reestructuración Ordenada Bancaria (FROB), que asumió el 100% del rescate público en 2012, anunció en marzo su visto bueno a la fusión de Bankia con Banco Mare Nostrum (BMN). BMN fue otra de las entidades intervenidas (49.871 euros) y de la que el FROB mantiene un 65% en propiedad. El análisis encargado por el fondo a la consultora AFI refleja que la mejor estrategia de cara a la desinversión pública es la integración de ambas entidades y la posterior venta de paquetes accionariales aprovechando los momento más favorables del mercado hasta 2019. En este sentido, el Ejecutivo ya anunció su intención de recuperar el importe íntegro del rescate a Bankia con su posterior privatización.
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