Con un cierre de 2023 muy positivo para el renting de vehículos y unos datos que reflejan su recuperación hasta los niveles anteriores a la pandemia, 2024 se presenta como un año prometedor y lleno de oportunidades para el sector. En este sentido, y a pesar del contexto de incertidumbre social y empresarial marcado por la situación actual, se vislumbran una serie de tendencias que van a marcar el futuro inmediato de la industria del renting y la gestión de flotas.
La transición hacia la electromovilidad sostenible se erige como una pieza clave de este sector. La creciente conciencia ambiental impulsa la demanda de flotas más ecológicas, con un enfoque especial en los vehículos eléctricos e híbridos. Más allá de cumplir con restricciones de circulación y adaptarse a las regulaciones, esta renovación del parque automovilístico se convierte en un activo crucial para la reducción de la huella de carbono. En este escenario, las empresas de renting, por su ADN, se erigen como líderes de esta transición, marcando el camino hacia un futuro más sostenible y alineado con los objetivos medioambientales.
La digitalización va a continuar siendo la piedra angular de la transformación de esta industria. La apuesta por la tecnología y el análisis de datos no solo va a optimizar la experiencia del usuario, sino que también va a mejorar la eficiencia operativa y la seguridad. En este sentido, la integración de plataformas online para facilitar la personalización de servicios y los procesos de contratación, o la monitorización en tiempo real de parámetros clave, como la ubicación del vehículo, seguirán desarrollándose y perfeccionándose. Las compañías del sector van a centrar esta I+D+i en tecnología en aras de la adopción de sistemas de asistencia a la conducción que contribuyan a la generación de un entorno más seguro.
Además de traducirse en una mejora operativa, esta evolución tecnológica va a redefinir la relación entre las empresas de renting y sus clientes. Al personalizar la experiencia de usuario, esta se va a volver más ágil y adaptable a las necesidades individuales, lo que va a generar una conexión más estrecha entre proveedores y usuarios.
En este sentido, la personalización de los servicios de renting va a potenciar la flexibilización de los contratos que van a adaptarse mejor a las demandas cambiantes de los usuarios. En efecto, la movilidad actual exige soluciones a medida, por lo que las empresas están adaptando sus contratos para ofrecer una mayor flexibilidad en términos de duración, kilometraje y opciones de renovación. Esta capacidad de personalización se convierte, por tanto, en una ventaja competitiva clave en un mercado como el de la automoción.
En esta nueva era donde el reciclaje y la reutilización se han convertido en ejes fundamentales para la consecución de un mundo más sostenible, la economía circular y la gestión eficiente se van a consolidar como una práctica habitual también en el renting de vehículos. De hecho, la disposición adecuada de vehículos al final de su vida útil para potenciar el interés de los usuarios por el renting de vehículos de segunda mano se postula como una de las opciones más accesible y alineada con la filosofía actual.
Por otro lado, la irrupción de nuevas marcas, principalmente procedentes del mercado asiático, añade una nueva dimensión al panorama del renting. La entrada de estos competidores podría propiciar una posible revisión en los precios, beneficiando a consumidores y empresas de renting, que encontrarán en estos nuevos vehículos una oportunidad para optimizar costes y agilizar contratos.
Para que todas estas tendencias se materialicen de una manera efectiva, es crucial que las administraciones incrementen las ayudas a la ecomovilidad. Sin ninguna duda, los beneficios y las bonificaciones, tanto para empresas como para particulares, son esenciales para llevar a cabo una renovación efectiva de las flotas y del parque automovilístico. Además, la inversión en infraestructuras es un paso fundamental para garantizar la autonomía y la seguridad de los vehículos de bajas emisiones.
De esta manera, la industria del renting y la gestión de flotas se encuentra en un momento decisivo, preparada para afrontar un 2024 repleto de oportunidades. El cóctel que generan todos los factores, junto al respaldo social de la ecomovilidad, vaticinan un año prometedor para el renting. Este sector se va a consolidar como un actor clave en la construcción de un futuro donde la movilidad sea más que un servicio, sea una experiencia conectada, personalizada y, sobre todo, sostenible.
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