El sector de la movilidad sigue dando pasos hacia una movilidad más sostenible, electrificada, autónoma, conectada y segura. Con la mirada puesta en el objetivo marcado por la Unión Europea de ser un continente neutro en emisiones para 2050, la industria de la movilidad debe seguir avanzando hacia su descarbonización. John Moavenzadeh, executive director del MIT y ponente de la pasada edición de eMobility Expo World Congress, nos dice que la movilidad tiene que ser segura, limpia y accesible. La seguridad la vamos a alcanzar incorporando ayudas a la conducción, hasta alcanzar la conducción totalmente autónoma en 2035. De hecho, se dice que los vehículos del futuro deben de ser CASE, es decir, vehículos conectados, autónomos, compartidos y eléctricos. Y es que la conducción autónoma será clave para mejorar la seguridad al volante.
Según el ‘Barómetro sobre vehículo conectado y autónomo’ de ANFAC, el 75% de los modelos de turismos ya pueden incorporar la tecnología necesaria para un grado de autonomía SAE 2, orientada, principalmente, a garantizar la seguridad vial de usuarios y peatones. De hecho, Ford presentó en eMobility Expo 2024 su sistema de asistencia a la conducción BlueCruise, que permite la conducción en autopista, sin manos y con la vista en la carretera, por primera vez en España. Sin embargo, el desarrollo de sistemas de conducción autónoma y altamente automatizados plantea todavía un enorme desafío computacional y de gestión de datos que repercute en el coste y el plazo de comercialización a lo largo de todo el ciclo de desarrollo.
Por otro lado, para que la movilidad sea limpia tenemos que seguir trabajando en sistemas de transporte de cero emisiones, como los vehículos eléctricos o los e-trucks, o el uso del hidrógeno como combustible para buses y camiones. Además, también están apareciendo bio combustibles que se aplican en camiones y también en la industria aeronáutica.
Para conseguir el objetivo de reducir las emisiones, la electrificación del transporte se erige como una solución. Hoy en día ya hay una demanda global de vehículos eléctricos del 28%. Pero para seguir manteniendo este gradiente positivo, necesitamos consolidar tres palancas clave: la primera está en las baterías, para conseguir autonomías medias por encimas de los 700 kilómetros reales; la segunda es la red de carga, donde los puntos de carga tienen que ser más rápidos y conseguir mayor capilaridad; y, por último, el precio de los vehículos eléctricos tiene que ser más competitivo.
El sector de la movilidad se encuentra inmerso en la mayor transformación de los últimos años, motivada, por un lado, por las tecnologías anteriormente mencionadas y, por otro, por las nuevas fuentes de energía. Esta situación crea una oportunidad geopolítica y geoestratégica para que los gobiernos atraigan inversiones en plantas de fabricación de baterías, en plantas de transformación del hidrógeno como nuevo combustible, y también en plantas de fabricación de coches eléctricos.
España es uno de los países que está liderando más proyectos de hidrógeno verde en Europa. Una nueva fuente de energía que será esencial para, por un lado, descarbonizar la industria y así reindustrializar nuestro país; y, por otro, como alternativa a los combustibles fósiles para el transporte. No obstante, todavía nos enfrentamos a desafíos importantes, como los costes del hidrógeno verde, las limitaciones para el suministro, la importancia de promover los incentivos y la necesidad de una regulación que entienda la complejidad de la transición energética. Además, la implementación del hidrógeno como combustible no es tan fácil en todos los medios de transporte, ya que mientras que en el transporte terrestre puede ser una alternativa viable cuando la electrificación no es suficiente, en el transporte aéreo y marítimo todavía es un reto que abordar. Es por ello que en los próximos años veremos cómo los vehículos eléctricos y los vehículos de hidrógeno convivirán.
Estas han sido solo algunas de las tendencias que se abordaron durante los tres días de eMobility Expo World Congress 2024, el gran evento europeo de la movilidad sostenible que tuvo lugar del 13 al 15 de febrero en Valencia, y en el que se dieron cita 6.873 congresistas internacionales. Tres días en los que 387 expertos de todo el mundo analizaron, debatieron y compartieron los retos presentes y futuros de la industria de la movilidad, que pasan por una movilidad más conectada, autónoma y segura, y por la descarbonización del sector. Junto a ellos, 219 firmas expositoras mostraron las innovaciones y soluciones más disruptivas que están llevando al sector de la movilidad a este cambio de paradigma. Bajo el lema ‘We are the future of eMobility’, eMobility Expo World Congress convirtió la Comunitat Valenciana en un hub y enclave estratégico del sur de Europa en movilidad sostenible y marcó la hoja de ruta para la nueva era de la movilidad sostenible.
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