El banco Santander y Mapfre han comenzado a comercializar su hipoteca inversa mediante la joint venture creada por ambas entidades. Se trata de un instrumento financiero dirigido a complementar los ingresos de la jubilación de las personas mayores de 65 años que cuentan con una vivienda en propiedad y tienen la intención de utilizar el ahorro acumulado sin dejar su domicilio ni perder la propiedad. De esta manera, el usuario percibe un préstamo que va recibiendo en forma de abonos mensuales que le permiten complementar la pensión.
Para poder acceder a esta fórmula, las viviendas deben estar libres de cargas y situadas en zonas de rápida venta de inmuebles, así como limitada volatilidad de precios. Unido a estas condiciones, solamente los propietarios pueden vivir en la casa e, igualmente, deberá ser su residencia habitual. El tipo de interés inicial fijado para la comercialización de la hipoteca inversa de Santander Mapfre es del 5,99%, no tiene comisión de apertura y los costes de formalización serán inferiores a los 600 euros por operación.
Asimismo, desde el banco Santander informan de que la comercialización del producto comienza el 20 de noviembre, el próximo lunes, en la ciudad de Madrid. Previsiblemente, en el primer trimestre de 2024 se extenderá a toda la comunidad autónoma y, posteriormente, se irá extendiendo progresivamente por el resto de territorios. Así, se espera que en 2025 esta fórmula esté implantada en todo el país.
En este escenario, su contratación requerirá un asesoramiento independiente encargado de orientar a los clientes y, además, los herederos de los propietarios que opten por la hipoteca inversa de Santander y Mapfre deberán conocer la operación para que se pueda desarrollar, lo que supone un requisito indispensable para poder llevar a cabo la firma. De este modo, el producto presenta dos modalidades de contratación: con o sin renta vitalicia.
Hipoteca inversa de Santander Mapfre: dos modalidades
En el primer caso, “se garantiza el abono mensual de las cuotas hasta el fallecimiento del último de los titulares, gracias a que, junto con la hipoteca, se contrata un producto de renta vitalicia con MAPFRE VIDA, cuyo coste se incluye en la hipoteca desde el inicio”, explican desde el banco Santander. Así, esta opción presenta dos particularidades. Por una parte, el cliente se asegura el ingreso mensual hasta su fallecimiento. Y, por otro lado, “la prima de la renta vitalicia se devuelve a los herederos en el caso de que el cliente fallezca antes de poder disfrutar de la misma”.
Según indican desde la entidad financiera, la segunda modalidad garantiza el abono mensual de las cuotas hasta la esperanza de vida del cliente. Es decir, si superase esa edad dejaría de recibir los abonos mensuales. Por ello, apuntan que esta vía “reduce la deuda sobre el inmueble” pero, también deja la puerta abierta a posibles problemas de liquidez si sobrepasa esa edad, “especialmente en sus últimos años de vida, que suelen ser los más necesitados de recursos adicionales para garantizar la atención personal y asegurar su calidad de vida”.
Cuando fallezcan todos los titulares de la hipoteca, Santander y Mapfre garantizan a los herederos nueve meses en los que no tendrán que pagar intereses para que estos puedan decidir entre las diferentes opciones existentes. Una de ellas es vender la vivienda y quedarse con el importe restante tras el pago de la deuda; otra, quedarse con la vivienda cancelando el préstamo; y, por último, renunciar a la herencia.
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