Una gastronomía que corre a cargo del chef italiano, también socio del restaurante, Francesco Dassisti, conocido ya por la clientela madrileña en anteriores proyectos, que combina productos de su tierra con otros nacionales para llevarnos de viaje. Un viaje que comienza nada más entrar al local gracias a su variopinto colorido y alegre decoración, con los espejos como protagonistas y los grandes ventanales, del suelo al techo, que llenan de luz el espacio.
La otra estrella, su gran cocina completamente integrada en la sala, para ver, con total transparencia, las creaciones que de ella salen, son propuestas como Carpaccio de gamba con vinagreta de tomillo, tartar de aguacate y manzana red delicius deshidratada, Arroz SiniQual, fregola con productos de mercado, Lentejas estofadas con cardos y matignon de ciervo al Negroamaro, Taco de atún rojo con patatas puente nuevo y salsa tzatziki.
Pero hay mucho más, ya que SiniQual ofrece una carta más informal, ‘non stop’, para disfrutar a cualquier hora. Una opción ideal para tapear o tomarse un cóctel por la tarde en sus llamativas mesas altas de la entrada o en su amplia barra con taburetes, por supuesto, también de colores.
Por otro lado, la planta alta, es más íntima y tranquila y resulta perfecta para disfrutar en familia porque su cocina gusta a todo el mundo: pequeños y mayores, gourmets. Y es que SiniQual es, tanto por su decoración como por su oferta, un espacio dinámico y funcional ideal también para la celebración de eventos, ya que además elaboran todo tipo de menús, bien sea para un desayuno, comida, merienda, cena o unas copas after dinner, a la medida del cliente y decoran el espacio adecuándose a la fiesta. Es más, hacen también catering, así que quienes busquen algo diferente, aquí tienen una acertada y sabrosa opción. Y sus postres, como el Tiramisú, se pueden pedir por encargo.
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