Como reflejo de la imagen negativa que (según afirman los analistas) el mercado tiene de la presidenta Dilma Rousseff, el dólar llegó el lunes a cotizar a 2,47 reales, el más alto valor que registra desde el 9 de diciembre de 2008. La relación de Rousseff con la subida del dólar está en que la mandataria, que busca conquistar en las urnas un segundo mandato, recuperó preferencias en las encuestas de intención de voto para los comicios del domingo 5 de octubre.
Esa mejoría de su imagen entre los electores tiene un efecto contrario en el sector financiero, que evalúa a la gestión de Rousseff en muy malos términos, considerándola inclusive responsable del agravamiento de la situación económica del país y hasta de lo que algunos se animan a llamar "fin de Brasil".
Candidatas
Marina Silva, la principal rival de Rousseff en la disputa por la presidencia del país, ha aparecido en las últimas semanas como la candidata favorita de crecientes sectores de la población y la elegida por el mercado. En la más reciente encuesta de la consultora Datafolha (dada a conocer el viernes, cuando los mercados ya habían cerrado) Silva, no obstante, apareció debilitada, conquistando apenas un 27% del electorado.
Ubicándose, junto con el instituto Ibope, entre las más respetadas agencias de mediciones en Brasil, Datafolha otorga a Rousseff un 40% de intenciones de votos, sugiriendo esa diferencia de 13 puntos que Marina Silva podría no llegar a una segunda vuelta, abriéndose así el camino para que la candidata oficialista se alce con el cetro ya el mismo domingo.
Esta posibilidad ha llevado la agitación al mercado financiero, provocando también una caída del 4,5% en el índice Bovespa, el más significativo en tres años, y empujando a los papeles de Petrobras (la estatal petrolera) a una desvalorización de más del 10%.
Influencias
El ministro de Hacienda, Guido Mantega, reconoció el efecto de una "especulación interna" en esos resultados, aunque prefirió apuntar a las turbulencias externas como causa mayor. "Existe volatilidad en el escenario internacional", argumentó, señalando que la volatilidad monetaria está vinculada con la expectativa sobre la tasa de interés de la Reserva Federal de Estados Unidos.
"Algunos ‘players’ del mercado usan la cuestión electoral para movilizar el mercado, pero es de poca expresión. Si se observa el cuadro global, es de poca expresión. El segundo semestre será mejor y esperamos que la situación mejore aún más en 2015", concluyó el ministro.
La política económica de Rousseff es muy criticada por inversores y analistas financieros. "La Bolsa cae 5% y el dólar sube 2%. El inversor extranjero pierde en un único día un 7% y todavía hay gente diciendo que un segundo mandato de Dilma (Rousseff) no sería tan negativo para los mercados. Pienso exaxtamente lo contrario. El comportamiento de hoy es una pequeña muestra de lo que puede venir", evaluó Felipe Miranda, de la consultora Empiricus y autor del libro "El fin de Brasil".
Huelga de bancos
Sin relación directa con las encuestas electorales, pero trayendo otro elemento de complicación al sector financiero, los empleados bancarios de 20 estados y del Distrito Federal anunciaron el inicio de una huelga por tiempo indeterminado a partir de este martes 30 de septiembre. El motivo es que no fue atendida su reivindicación de un aumento salarial del 12,5%, que representa un 5,8% de aumento real por encima de la inflación (6,35% en los últimos 12 meses).
La Federación Nacional de Bancos (Fenaban) propuso una elevación del 7,35% (que es un 0,94% sobre la inflación), opción que fue rechazada por los agremiados en la Contraf-CUT, unión que representa a 134 sindicatos brasileños del sector financiero. El salario de los bancarios comienza en el equivalente a unos 680 dólares, mientras que el sindicato pide una base de 1.215 dólares.
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