¿Quién carga con las subidas de impuestos?

Una de las principales herramientas en manos de los gobiernos para cuadrar las cuentas públicas es la subida impositiva. A lo largo de los últimos 15 años, el aumento de los tipos de los diferentes tributos ha sido notoria para hacer frente al desajuste de las cuentas debido a las altas tasas de paro, el envejecimiento poblacional o el fraude fiscal. 

La semana pasada, el banco de España (BdE) publicó un estudio sobre los efectos que tienen estos aumentos impositivos cuando se aplican a las empresas sobre los salarios de los trabajadores. Para ello, ha realizado una recopilación de diferentes estudios que analizan esta cuestión y, entre otras conclusiones, se extrae que el efecto varía según el país analizado.

De esta manera, el aumento del impuesto sobre los beneficios empresariales en Estados Unidos entre los años 2004 y 2017 ha recaído en un 30% sobre los salarios de los trabajadores y un 20% sobre los accionistas. El resto -la mitad de la carga restante- se habría trasladado a los consumidores vía aumento de precios. En cambio, la mitad del aumento de este tipo de tributos en Alemania entre 1993 y 2012 lo han pagado los trabajadores a través de sus salarios. Además, esta carga la han sufrido especialmente los trabajadores con baja cualificación, ya que tienen menos capacidades de negociación. 

Los efectos de las rebajas del IVA en España

En relación con el aumento del impuesto sobre el valor añadido (IVA), diferentes estudios realizados en la Unión Europea constatan que el aumento de este tributo recae en los precios que pagan los consumidores en un 55%, mientras que cuando se produce una rebaja, solo un 13% de la misma se traslada a los precios.

En el caso de España, según el BdE, se han realizado dos estudios sobre la incidencia impositiva: uno de ellos analiza el impacto de la rebaja del IVA cultural en 2017 y concluía que se produjo una leve rebaja en los precios al consumo a raíz de la aplicación de dicha medida. Asimismo, otro estudio constata que el 80% del aumento del impuesto sobre Actos Jurídicos Documentados en 2018 se trasladó a los hipotecados, pese a que el tributo gravaba a las entidades de créditos y no a los prestamistas.

En España, los análisis de incidencia impositiva son escasos y están condicionados por las restricciones de acceso a microdatos tributarios a las que se enfrentan los investigadores. Entre los estudios disponibles, una evaluación de la rebaja del IVA cultural encuentra una modesta reducción de los precios al consumo como consecuencia de dicha medida. En sentido opuesto, la rebaja del IVA de determinados alimentos a principios de 2023Abre en nueva ventana se habría trasladado en un porcentaje elevado a unos menores precios finales de los productos afectados por la medida. Por último, este mismo año Esade analizó el impacto de la rebaja del IVA de los alimentos y constató que la práctica totalidad (90%) del mismo se trasladó a un descenso de los precios, sobre todo en las grandes superficies. 

Economía>Nacional

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