Estamos en el cuarto año desde escándalo diésel que ha costado a Volkswagen ya 30 mil millones de euros en indemnizaciones, abogados y procesos. El final no está a la vista, porque otros casi medio millón de clientes alemanes esperan compensación de los procesos que empezaron esta semana, por primera vez también contra managers, en este caso Herbert Diess, actual CEO de Volkswagen, Hans Dieter Pötsch, presidente del Consejo de Supervisión del Grupo, así como contra el ex jefe de Volkswagen Martin Winterkorn. Según los fiscales de Braunschweig, donde se produce el proceso , Winterkorn ha ganado con el fraude de los tubos de escape 10,9 millones de euros netos en bonos. A más tardar en mayo de 2014, se enteró del software fraudulento en los vehículos estadounidenses y fue responsable de la venta de al menos 65.147 vehículos afectados, lo que causó daños por valor de 1.300 millones de euros.
Todo son grandes cifras y acusaciones en Volkswagen (VW) y ahora hay más millones y puntos de vista para distraer la atención. «Para la electromovilidad, no habrá alternativas similares o equivalentes durante al menos la próxima década», dice VW. En Alemania del Este, en Zwickau, VW quiere construir la fábrica de automóviles eléctricos más moderna de Europa. En el norte de Alemania, en Emden se creará otra. Así, mientras los juicos tardarán años, la empresa ya tiene constantemente noticias “verdes” para limpiar su imagen. Algunos críticos especulan ya que “lo que faltará es que se alinee el CEO Herbert Diess con la joven activista Greta Thunberg”, para la cual tiene cada vez más simpatías, como reconoce en una entrevista en el programa de Markus Lanz en la televisión pública alemana.
El ruido de los procesos no se puede silenciar
Independiente del éxito de esta estrategia ya queda claro: los alemanes han roto con una imagen que tenía el resto del mundo de ellos: que son siempre sinceros, serios y fiables. Aunque yendo en transporte público en Alemania se pueden todavía escuchar frases de la boca de inmigrantes como “lo único que me gusta de los alemanes es su moral de trabajo”, parece que más arriba en la escala social muchos inversores están decepcionados con Alemania porque los tres fiscales de Braunschweig acusan a los imputados de «haber informado deliberadamente al mercado de capitales demasiado tarde» acerca de miles de millones de euros en las obligaciones sustanciales de pago de la compañía resultantes del descubrimiento del llamado ‘escándalo del diesel’. Por lo tanto, han influido ilegalmente en el precio de mercado de la compañía. Quiere decir que Diess, Pötsch y Winterkorn fueron culpables de una caída del precio de las acciones de Volkswagen en el mercado bursátil. De hecho, el 22 de septiembre de 2015, Volkswagen publicó un aviso obligatorio, un llamado “lanzamiento ad hoc” sobre el tema de las emisiones. Sin embargo, desde el punto de vista de los inversores, ya era demasiado tarde, porque la Agencia de Protección Ambiental de EEUU (EPA) ya había hecho públicas sus acusaciones contra el grupo el 18 de septiembre de 2015, lo que provocó una caída masiva.
En lugar de reconocer responsabilidad, Volkswagen intenta escapar
Si bien a Volkswagen le gusta hablar públicamente sobre los éxitos comerciales actuales y los proyectos futuros, la compañía y sus filiales ya han sido demandadas más de 60.000 veces en todo el país, para no hablar de EEUU y el resto del mundo. Muchos tribunales ya han decidido en favor de los clientes. Parece acertado dando las malas noticias legales que el grupo automotriz quiere ya posicionarse en un segmento totalmente nuevo: el coche eléctrico. Esta ofensiva supone además mucho ahorro para Volkswagen a largo plazo. Los automóviles eléctricos son más fáciles de construir, por lo que se requiere menos trabajo. “En promedio, por lo tanto, 15 a 20 por ciento menos en los costos de producción”, dice el miembro del consejo de administración Andreas Trostmann. De todos modos, es muy cuestionable que los clientes de Volkswagen compren este cuento verde. El riesgo es que prefieran el original en búsqueda de un coche más limpio, como pueden ser empresas como Tesla, cuya estrategia es verde desde el principio, o Toyota.
Pero la bolsa parece que ya no castiga a Volkswagen debido a sus buenos resultados que pesan en los mercados financieros más que una reputación. En los primeros seis meses del año fiscal actual, las ventas aumentaron un 4,9 por ciento a 125,2 miles de millones de euros. Además, el rendimiento operativo de las ventas aumentó un 7,2 por ciento. Como Tesla no tiene estos resultados su acción ha caído lo que va del año.
Sin embargo, innumerables inversores luchan también contra del grupo, al igual que el fiscal de Braunschweig. Estos inversores afirman que han sufrido pérdidas que de otro modo se habrían evitado. Christan Strenger, anterior jefe del fondo DWS y también algunos políticos alemanes exigen que todos los implicados en el escándalo deberían irse de Volkswagen. El vicepresidente parlamentario del partido de los liberales FDP, Michael Theurer, ha pedido al Grupo que llegue para limitar el daño a un acuerdo con la fiscalía: “VW debería actuar para recuperar la credibilidad y la confianza perdida», dijo Theurer. Pero por el momento, el grupo ubicado en Wolfsburg no ve la necesidad de reconocer nada.
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