Vueling, aerolínea perteneciente a IAG, se ha convertido desde el pasado mes de junio en la única aerolínea en suministrar a diario combustible sostenible de aviación (SAF) en el aeropuerto de Barcelona. El SAF se puede utilizar en las aeronaves actuales y permite la reducción de las emisiones de carbono alrededor de más de un 80% con respecto al combustible convencional. El SAF es la solución más realista para la descarbonización del sector pero su coste, entre 3 y 5 veces más que el combustible fósil, y su escasa producción en la actualidad, representan un reto para descarbonizar un sector que aporta el 85% del turismo al país.
Vueling, desde el pasado junio, ofrece a sus clientes la opción de suministrar SAF el día del vuelo y la compañía iguala estas aportaciones para así duplicar el volumen de SAF suministrado. Esto ha permitido que más de 70.000 clientes hayan contribuido voluntariamente, alcanzando más de 100 toneladas de SAF suministradas, que han permitido reducir más de 250 toneladas de CO2 emitidas a la atmósfera, lo que equivale a 50 vuelos entre Barcelona y Palma de Mallorca. Esto es posible gracias a una alianza con Exolum, que se dedica al almacenamiento, transporte y distribución de combustible, y a la integración de su servicio Avikor en el proceso de compra de billetes.
La producción de SAF a gran escala es una de las principales apuestas de Vueling para avanzar hacia una aviación más sostenible. Además de otras medidas como la optimización de las operaciones, a través de la mejora de la eficiencia del espacio aéreo -donde Vueling ha sido pionera en establecer un grupo de trabajo con el gestor del espacio aéreo español ENAIRE, y el europeo, Eurocontrol– para lograr establecer trayectorias de vuelo lo más optimizadas posible. A ello se suma también su apuesta por flotas de aviones más eficientes que permiten hasta una reducción del 20 % de las emisiones como los nuevos Airbus A320neo y A321neo.
Según Franc Sanmartí, director de Sostenibilidad y Asuntos Gubernamentales de Vueling, "el desarrollo y uso de SAF a gran escala es una de nuestras principales apuestas para avanzar hacia el futuro de la aviación sostenible, junto con la optimización de las operaciones, a través de la mejora de la eficiencia del espacio aéreo. El uso de este combustible sostenible permite reducir en más de un 80% de las emisiones de CO2 con respecto al combustible convencional, y todo ello pudiendo utilizar las flotas con las que las aerolíneas operan actualmente". Sin embargo, Sanmartí señala que "no se están produciendo los niveles de SAF suficientes para satisfacer la demanda de la industria, por lo que es necesario un esfuerzo colectivo de todos los actores de la cadena de valor para incentivar y acelerar su producción".
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